Revista Sociedad

La agricultura, la especulación con alimentos y el negocio del hambre

Publicado el 10 agosto 2014 por Adrián Calvo @adriantsn
   El ser humano ha cultivado la tierra desde sus orígenes hasta nuestros días. Con una agricultura cada vez más tecnificada e industrializada, la humanidad ha incrementado la producción generación a generación, lo que le ha permitido subsistir en mejores condiciones que sus antepasados. La agricultura -pese a ser considerada un sector pobre- nos ha traído progreso y vida en un mundo hostil, y con la aparición de los excedentes, también ingresos y comercio. En el mundo de la economía, de hecho, la corriente de los fisiócratas -fundada por François Quesnay, entre otros- afirma que "la tierra es la fuente o materia donde toda riqueza se produce [...] que en sí no es nada, sino el sustento, comodidades y superfluidades de la vida."
   Sin embargo, el capitalismo ha degenerado en una nueva forma de entender la agricultura, que ya no se concibe como una herramienta en manos de la humanidad y para la humanidad sino como un complejo instrumento financiero por y para los especuladores. Una gran variedad de productos, desde futuros y opciones hasta fondos o los llamados ETF's han puesto su mira sobre las cosechas de medio mundo, principalmente aquellas situadas en los países en vías de desarrollo, como Brasil, México, Tailandia o China.
   A continuación se muestra su funcionamiento, sus ventajas y sus consecuencias; se especifica quienes están detrás de estas actividades y quienes permiten que se lleven a cabo; e incluso advierto de la burbuja de precios que se está fomentando desde los organismos internacionales y que explotará en poco tiempo. En fin, si algo nunca debería haber sido objeto de especulación eran los alimentos. Y ni esa regla de oro se ha cumplido. Recuerdo ahora un proverbio indígena que rezaba: "Cuando sea cortado el último árbol, pescado el último pez y desaparecido el último río, el hombre descubrirá que el dinero no se come".
La agricultura, la especulación con alimentos y el negocio del hambre
¿Cuál es su origen?

   La inversión especulativa en agricultura, que hace unos años se dirigía en exclusiva a agricultores y empresas estadounidenses, tuvo su auge cuando Goldman Sachs abrió el mercado a particulares, fondos de inversión, pensiones y aseguradoras. A partir de entonces, muchos fueron los bancos y agencias que han seguido sus pasos. Además, los gobiernos mostraron su interés por estos productos al ver que podían combatir la inflación. En España su asentamiento aun está produciéndose. Algunos ejemplos son Saxo Bank o Banco Sabadell.
¿Cómo funciona?
   Las sociedades financieras de inversión compran cosechas futuras en países donde la producción está medianamente garantizada. Basándose en estos rendimientos, crean instrumentos financieros derivados, de alta rentabilidad y elevada volatilidad, cuyo precio elevan de forma lineal con el del petróleo para respetar las predicciones una vez que la cosecha ya es una realidad.
 ¿Quién regula este mercado?
   Estos productos financieros no se encuentran en la normativa de Basilea III y, por si fuera poco, quienes ostentan estos títulos son, en la mayoría de los casos, empresas Off Shore, o lo que es lo mismo, localizadas en paraísos fiscales. Además, la Unión Europea no regulaba estos productos hasta enero de 2014, aunque Bruselas sigue sin establecer una política común para todos los países miembros.
¿Podría esto crear una burbuja especulativa?
   Sin duda alguna. En el periodo 2007-2008, la caída del mercado inmobiliario provocó una fuga de capitales que encontró una gran acogida en la especulación alimentaria. Ello derivó en un fuerte incremento de estos productos, desatando una subida de precios de los alimentos.
   Según datos del índice FAO FOOD I de la ONU, el valor de estos productos aumentó un 140% desde el 2000 y un 52% desde 2007 hasta 2012. Sin embargo, en ese mismo periodo el Dow Jones mostraba valores similares a los registrados inmediatamente antes del estallido de la burbuja en 2007, lo que explica que los inversores hayan apostado por la rentabilidad de la especulación en el mercado virgen de la alimentación frente al estancamiento bursátil.
   Por último y como ejemplo más significativo, cabe resaltar que, según declaró uno de los máximos responsables del Instituto Internacional de Investigación en Política Alimentaria (IFRPI) en una entrevista a la BBC, "el volumen contratado en el mercado de los cereales triplicó la producción mundial. Además, sólo el 2% de esas transacciones resultó en el intercambio efectivo del grano."
¿Cuáles han sido las consecuencias hasta la fecha?
La agricultura, la especulación con alimentos y el negocio del hambre   Salvando el hecho de la creación de una burbuja a expensas de explotar y la pobreza que se ha generado en países que ya eran pobres de por sí, la especulación sobre los alimentos ha provocado la concentración de la riqueza y de las tierras, revoluciones en países subdesarrollados y la venta de bastas extensiones de tierra para el cultivo agrícola de productos destinados a la especulación o al mercado de los biocombustibles.
   Como pruebas tenemos, en primer lugar, que las inversiones sobre tierra en África durante el año 2009 superaron lo invertido en los 22 años anteriores. En segundo lugar, las protestas que se han producido, principalmente, en el mundo árabe como consecuencia de la opresión y las escasas garantías de supervivencia en las que influye notablemente el impresionante aumento de los alimentos (previamente a las revueltas de la Primavera Árabe, los precios del maíz, el trigo y el azúcar aumentaron más de un 100% en estas zonas). Por último, el reciente auge del mercado de los biocombustibles, que emplea alimentos cultivados en territorio autóctono para su transformación y consumo en el exterior, Europa y América principalmente.
   El auge de la especulación en este ámbito ha llevado a muchas empresas multinacionales, fondos de inversión y bancos a probar suerte con el sector del agua, otro bien imprescindible para la humanidad. La rentabilidad de estos productos, en muchos casos superior a los relacionados con el sector alimentario, es cercana a un 25% de media.
¿Y ahora qué?
  Desde la Revolución Industrial, la población humana sobre la Tierra ha aumentado exponencialmente. En el año 1900, eramos 1.600 millones; en 1960, 3.000; en la actualidad se superan las 7.000 millones de personas que vivimos en el planeta azul; y para 2050 se estima que habitarán la tierra unos 9.600 millones de humanos. La situación se muestra insostenible ya de por sí cuando, además, tenemos que contar con este nuevo factor. Y es que si algún recurso jamás debía de haber sido objeto de acciones especulativas, ese era el de los alimentos.
   En términos económicos, estamos ante un fallo de mercado -o, mejor dicho, de humanidad- de proporciones gigantescas, mayores si cabe a los presentes en nuestro pasado más reciente. Alrededor de unas 842 millones de personas en el mundo sufren hambruna según datos de la FAO de 2012, y cerca de la mitad de la población mundial vive con menos de 2 dólares al día. Sean bienvenidos al negocio del hambre.

"La agricultura, la especulación de los alimentos y el negocio del hambre"
por Adrián Calvo (@adriantsn) para The Speedy News 
Domingo, 10 de agosto de 2014
Documentos de interés
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La Marea: La Unión Europea pone límites a la especulación con alimentos http://www.lamarea.com/2014/01/17/especulacion-alimentos-2/
The Economist: Will invest for food https://docs.google.com/document/d/1uqq6-gwH-qnC_GHwb94CHnS2aq_2jL2s8qS6yTGclOM/edit?usp=sharing (Drive) Fuente original -pulsa-
BBC World: Biocombustibles + especulación + clima = hambre http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/10/111011_hambre_mundo_ifri_igh_indice_global_hambre_az.shtml
La Celosía: La especulación con el agua enriquece a inversores en sociedades cotizadas http://www.lacelosia.com/la-especulacion-con-el-agua-enriquece-a-inversores-en-sociedades-cotizadas/

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