Revista Salud y Bienestar

La alergia va a la escuela

Por Sramosa @sramosa

niños alergia escuela

En estos días empieza el colegio para los 6 millones y medio de niños menores de 16 años que hay en nuestro país. A la tasa de estrés que esto supone hay que añadirle un plus importante si el niño padece algún tipo de enfermedad crónica (10-15% de la población infantil).Dentro de estas enfermedades destacan: la diabetes ID (0.2% de los niños), la epilepsia (0.3-1%), las cardiopatías congénitas (1%) y el asma (12%).

En los colegios se intenta mantener al profesorado informado sobre cómo actuar en caso de algunas de estas enfermedades, y esto se consigue mediante charlas y cursos prácticos que implica el conocimiento de los síntomas y el manejo de los mismos por parte del personal docente. Así,

los profesores disponen de los conocimientos suficientes para tratar una hipoglucemia, un ataque epiléptico o una crisis de asma.

En este punto, los alergólogos junto con los familiares y asociaciones de niños con alergia a alimentos y al látex nos preguntamos por qué no se actúa de la misma forma en el caso de los niños que tiene alguna de estas alergias. La alergia a alimentos y al látex afectan a más del 8% de la población infantil, (450.000 niños), mucho más prevalente que la diabetes ID, epilepsia y cardiopatías. El 25% tendrá su primera reacción en la escuela. De ese 8% total, un niño de cada 10.000 hará una anafilaxia y, de ellos, el 15% la hará en el ámbito escolar (incluidas actividades extraescolares).

La anafilaxia es una reacción alérgica muy grave que puede desencadenar la muerte del niño y el único tratamiento indicado que puede salvarle la vida es la inyección de adrenalina intramuscular.

Actualmente, disponemos de dos dispositivos autoinyectables precargados adaptados a la infancia de fácil manejo. Muchas veces es cuestión de segundos o escasos minutos. Una vez que se ha puesto la adrenalina siempre se ha de llamar a un teléfono de Emergencias (112) y, sólo después de haber hecho esto, se procederá a llamar al familiar disponible.

La alergia es una enfermedad poco conocida por la población en general y a nivel escolar infravalorada y discriminada en cuanto a la implicación del manejo de la misma por parte del personal docente. Un ejemplo de esto es que hasta 2010 no fue obligatorio adaptar los menús del comedor a los niños alérgicos y que aún existen escuelas donde ponen problemas para que estos niños se puedan quedar en el comedor. Esto supone para las familias una situación de ansiedad e inseguridad permanente.

Durante los últimos años se han realizado estudios a nivel europeo que indican lo lejos que se está de alcanzar un consenso al respecto. Un ejemplo: de 330 colegios europeos encuestados solo el 7% administró adrenalina como primera opción ante una reacción anafiláctica. El 55% lo primero que hizo fue avisar a los padres y el 25% llamar a Emergencias.

En este curso 2012-13 la Academia Europea de Alergia ha iniciado una campaña para concienciar de la importancia del manejo del niño alérgico, cómo reconocer los síntomas que indican que está haciendo una anafilaxia y cómo tratarla con adrenalina de forma adecuada. Además también se planificarán las medidas necesarias para entrenar al personal docente elegido y se hará hincapié en la necesidad de implantar Kits de emergencia con adrenalina y antihistamínicos en todas las escuelas.

Todos los niños deberán de estar adecuadamente identificados y tanto el Pediatra como el Alergólogo deben informar al colegio cuando exista un riesgo alto de que un niño pueda tener una anafilaxia. Esto implica hacer un certificado médico adecuado y completo de forma que quede bien especificado el plan de emergencia y hablar directamente con el personal docente cuando la situación lo requiera. Todas estas medidas deben de mantenerse fuera del aula y en las actividades extraescolares (patio, teatro, deporte, excursiones…).

La guardería y el colegio son los primeros lugares fuera de la familia que recibirán al niño alérgico y supondrán un paso más en su socialización. Son muchas horas las que pasarán allí y muchas situaciones a las que tendrán que enfrentarse. Para cualquier niño el primer día de “cole” es muy importante. Para cualquier padre, dejar al niño en el “cole” supone una inquietud donde se suma la preocupación si además es alérgico.

Siempre hay mil preguntas en el aire: ¿Podrá ir mi hijo de excursión?, ¿Comerá algo que no deba por descuido?, ¿Sabrá parar a tiempo y decirle al profesor que no se encuentra bien?, ¿Y el profesor sabrá reconocer a tiempo los síntomas de una reacción alérgica grave y ponerle la adrenalina? Y esto se repite cada año con cada cambio de clase y de profesor.

Necesitamos que el profesor sepa:
  • Prevenir una reacción alérgica.
  • Detectar los síntomas de una reacción alérgica.
  • Dar el tratamiento inmediato a una reacción alérgica.

Para ello, es fundamental que padres, médicos y profesores mantengan un contacto fluido por el bien del proyecto educativo y personal del niño.

El niño con alergia es un niño sano, sin síntomas a no ser que entre en contacto con aquello que le da alergia.

Para acabar os transcribo uno de los muchos pensamientos que dejan por escrito los niños alérgicos:

“A veces, tener alergia a alimentos me pone triste. Es difícil poder comer solo de mi comida y ser el único de la clase que no tengo pastel cuando vienen todos los cumpleaños de mis compañeros. Ya sé que no es la cosa más grave del mundo, pero hay días que se me hace muy difícil…a veces tener alergia a alimentos me pone muy triste”

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