Cuando abri la puerta de la entrada y sali hacia la calle, mis pies caminarón sobre una mullida alfombra que alguien de forma anonima me habia regalado, el suelo se encontraba perfectamente tapizado sin una sola arruga y todo perfectamente ordenado, realmente se notaba la diferencia, fue una sensación muy agradable la de cambiar el duro piso por una alfombra que ademas tenia un diseño muy especial y colorido, pasando de los tonos verdes a los ocres y naranjas, hacia juego con el entorno, no desentonaba para nada, pense en lo afortunado que era, recibi un regalo del cielo sin estarlo esperando.