A pesar de que en la actualidad se sabe que el origen de la caspa, en muchos casos, está ligado a la dieta y a la proporción de nutrientes de la misma de todas maneras se siguen comercializando numerosos productos de origen médico para mejorar esta condición que afecta a una gran cantidad de personas. Una alimentación cuidadosa debe ser el primer elemento a modificar siempre que estemos intentando deshacernos de la molestia de la caspa. De forma opcional, por lo demás, podremos poner en práctica diferentes tratamientos de origen natural que nos ayuden a mejorar de forma gradual. Asimismo, será de vital importancia controlar todo tipo de situaciones de estrés emocional para no caer presas de períodos de desmejora y aumento en la cantidad de caspa.
Para deshacernos de la caspa el primer paso es deshacerse de todas las grasas saturadas en la dieta (las de origen animal). La manteca, la crema y la leche, como las carnes, por ejemplo, son alimentos que no ayudan a disminuir la producción de sebo —y en consecuencia, de caspa— en el cuero cabelludo. Al mismo tiempo hay que sacar de la alimentación alimentos como el azúcar y las comidas muy procesadas. A la vez que se eliminan algunos alimentos (que, por lo demás, no son esenciales en la dieta y pueden ser reemplazados fácilmente por otros) es necesario asegurar el aprovisionamiento de algunos nutrientes de gran valor.
Es importante consumir biotina (vitamina B7), presente en levadura de cerveza, arroz integral y legumbres, y alimentos que incluyan vitaminas A, E, selenio y zinc (todos estos elementos favorecen la salud del cabello, de la piel y de los tejidos superficiales del organismo). En cuanto a remedios naturales, para eliminar la caspa se pueden intentar enjuagues de romero, lavados con jugo de remolacha, lima y semillas de alholva.