La Alsacia

Aunque se trata de la región más pequeña del país, tiene la ventaja de ser la más fácil de explorar. Su capital es Estrasburgo, cuyo centro histórico está declarado Patrimonio de la Humanidad en 1988. Es la octava ciudad en la lista mundial de aquellos lugares donde se organizan congresos, por detrás de Paris y por delante de Barcelona. En "los apuntes del viajero", se considera a la Alsacia como una de las regiones más bellas e interesantes de Europa. Allí nos hablan del espectacular pueblo de Egusheim y de Colmar, la capital de vino, con su "petite Venise", una zona de canales que invita a un paseo en barca. Tutckheim, por sus murallas medievales y Kaysersberg, donde destacan los restos de Scholssberg, su castillo. 

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Estrasburgo es el lugar más poblado de la Alsacia, capital del Bajo Rhin. Su estructura comercial es muy importante, así como un  elevado rango cultural con teatros, bibliotecas, orquesta y ópera. Su centro histórico es una isla en el río (Gran Isla), barrio antiguo ejemplo de ciudad medieval.

En Egusheim se pueden admirar las Casas entramadas, una fuente renacentistas, ubicada en el centro de la plaza del mercado y catalogada como monumento histórico, las torres de Eguisheim, fabricadas con arenisca rojiza y el castillo; Mulhouse, una de las primeras ciudades de Francia en industrializarse donde es famoso el teatro La Filature.

Colmar es conocida como la capital de los vinos de Alsacia y alberga una importante feria en el mes de diciembre. A 30 kilómetros de Estrasburgo se localiza la comuna francesa de Haguenau, que alberga el bosque protegido más grande de la región. Schiltigheim es la capital de la cerveza de Alsacia.
Imágenes: De Didier B, De Jonathan M, De No machine, CC BY-SA 3.0,
commons.wikimedia

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