Revista Arquitectura
Ayer, 14 de abril de 2011, se conmemoró el 80 aniversario de la denominada segunda república española (fallecida, como es sabido, el 1 de abril de 1939) y, aunque con un día de retraso, me gustaría recuperar el artículo que sobre una alternativa republicana se publicó el pasado 27 de noviembre de 2010 en el diario español PÚBLICO (José Luis Centella, Gloria Aguilar, página 7, opinión, la alternativa republicana). Se decían allí cosas tan interesantes como estas (para quien las quiera escuchar, claro): La República no es simplemente una forma de Estado que se caracteriza esencialmente por hacer electiva la jefatura del Estado en vez de que esta sea hereditaria; es mucho más que eso, aunque esa condición de elegibilidad sea imprescindible. La República es una concepción de Estado caracterizada por unos determinados principios, valores, contenidos, funcionamiento institucional y vinculación a la realidad social de la cual emana como representación libremente consentida. En consecuencia, la República no es otra cosa que el marco económico, social, político, cultural e institucional del que los ciudadanos se dotan libremente y por el que se consienten para afrontar los problemas y sus soluciones.