La anemia hemolítica es un grupo de trastornos hemolíticos que causa la disminución de la masa de glóbulos rojos en la sangre. La anemia hemolítica inmunitaria es una afección en la que se produce esta reducción por la destrucción prematura de glóbulos rojos debido al sistema inmunitario, y sucede cuando se forman anticuerpos que actúan contra los glóbulos rojos del cuerpo, anticuerpos que destruyen las células de la sangre porque el cuerpo las reconoce, por error, como algo extraño dentro del cuerpo.
Las razones de la anemia hemolítica inmunitaria se deben principalmente al embarazo, sobre todo cuando el tipo de sangre del bebé es diferente al de la madre, aunque también se puede deber a otras razones como infecciones, complicaciones de enfermedades o reacción a medicamentos.
Se suele notar que se tiene anemia hemolítica inmunitaria cuando hay más fátiga, frecuencia cardíaca más rápida, dificultad respiratoria, color de la piel pálido o amarillo y orina turbia. Es una complicación que no lleva a la muerte casi nunca pero que se debe tratar.
La enfermedad hemolítica del recién nacido se produce cuando la madre da lugar a anticuerpos que atacan los glóbulos rojos del feto, y esto se debe a que la madre y el niño tienen tipos de sangre Rh diferentes, siendo lo más común que la madre tenga Rh negativo y el feto Rh positivo. Puede provocar problemas importantes si los glóbulos rojos del feto se ponen en contacto con la sangre de la madre. El problema es que el bebé se puede hacer anémico por esta razón e incluso incida en su desarrollo.
Es algo que se puede detectar con pruebas, así que se recuerda acudir a las pruebas que procedan, y que se puede tratar.