Cómo la Anestesiología alcanzó el grado de adelanto y excelencia que posee hoy en día.
Traducido y condensado de "Anesthesia: From Nurse Work to Specialty" por D.C. Lortie en E. Gartly Jaco (Ed.). Patients, Physicians and Illness: Sourcebook in Behavioral Science and Medicine.
Adam Smith
En 1776 Adam Smith escribió su obra La Riqueza de las Naciones, por la cual es considerado el padre de la Economía Política. Según su tesis central, la clave del bienestar social está en el crecimiento económico, que se potencia a través de la división del trabajo. La división del trabajo, a su vez, se profundiza a medida que se amplía la extensión de los mercados y, por ende, la especialización.
Una particularidad de la obra es el planteamiento de que, gracias a la apelación al egoísmo de los particulares, se logra el bienestar general: "dame lo que necesito y tendrás lo que deseas".
No es sorprendente, que los observadores de la escena social moderna tomen, como un hecho, la trascendecia de la especialización en nuestra vida ocupacional. Sus ventajas económicas, planteadas por Adam Smith, permanecen vigentes aún hoy en día. En la lista de especializaciones están consignados 29.000 títulos ocupacionales.
La especialización es un proceso social complejo que involucra cambios importantes, en un vasto rango de relaciones sociales e institucionales.
La especialización actúa selectivamente y su desarrollo es difícil de explicar en términos lógicos. En la medicina, solamente algunas de las funciones se vuelven propiedad de un grupo formal de especialistas, mientras que otras funciones se dejan dentro de los campos convencionales.
La creación de una especialidad nueva significa el surgimiento de un grupo nuevo. Ésto involucra cambios difíciles, y a veces dolorosos, entre colegas, en lo que respecta a recompensa económica y a la distribución de poder y prestigio. Estos cambios no ocurren automáticamente. En nuestro caso, la especialidad médica de la anestesiología demuestra que, aunque puede haber fuerzas circunstanciales importantes detrás de su evolución, estas fuerzas necesitan gran cantidad de seres humanos activos e interesados.
De lo que llamamos grupo de especialistas, se analizará:
- cómo se llega a formar, se fija objetivos y el rol del liderazgo carismático.
- cómo se introduce en la fase activa de la movilización colectiva del poder y su intento de encontrar nichos en la compleja estructura de la profesión médica.
- las funciones que desempeña y la forma en la cual estas funciones se expandieron.
- los usos que le da a la tecnología en su lucha por un mundo mejor.
La especialidad de la anestesiología no se formó inmediatamente después de la introducción de la anestesia en la medicina. Transcurrió casi un siglo entre el uso del éter en 1846, por el Dr. Morton, y la formación de la mayor organización de médicos anestesiólogos de la actualidad: la Sociedad Americana de Anestesiólogos(ASA).
Entre estas dos fechas se encuentra un largo período de indecisión acerca de la nueva función dentro del sistema médico. Son pocos los materiales históricos sobre las condiciones bajo los cuales se administraba la anestesia en la última mitad del siglo XIX y tan sólo podemos asumir que esos procedimientos eran realizados por cualquier mano disponible que hubiera en el momento.
Al comienzo del siglo XX, sin embargo, se produce una asignación dominante. Las enfermeras, bajo la supervisión de los cirujanos, comenzaron a especializarse en el trabajo y, gradualmente, llegaron a mirar ala anestesia como una especialidad dentro de su profesión.
La mayoría de los médicos que daban anestesia, estaban sólo marginalmente comprometidos en el campo y, generalmente, como ayudantes del cirujano, a quien habían referido el caso para cirugía. Estas condiciones eran menos que propicias para el surgimiento de una especialidad médica. Por un lado, era trabajo de las enfermeras y, por el otro, llevaba el estigma de contar con honorarios "a la voluntad" del jefe cirujano.
Sin embargo, un pequeño grupo de médicos relacionados directamente entre sí, y quienes tenían por la anestesia un gran respeto, vieron en ella una posibilidad que muy pocos médicos se plantearon. Observaron más allá de las simples técnicas de la época (el goteo de éter o el uso de la almohadilla de cloroformo).
Vislumbraron las técnicas más avanzadas que podrían prolongar el tiempo operatorio, expandir el rango de la intervención quirúrgica y disminuir la tasa de mortalidad por cirugía. Comenzaron a probar nuevos agentes anestésicos y a probar nuevos equipos. Sin embargo para convertirse en un grupo eficaz, necesitaban una organización que reemplazara a su aislamiento uno del otro, y un liderazgo para dar forma a sus vagos objetivos.
El Dr. Frank McMechan fue el líder carismático que surgió para aglutinar a estos hombres hacia la acción. Antes de sufrir una enfermedad incapacitante que lo dejó permanentemente atado a una silla de ruedas, él había estado altamente interesado en la anestesia clínica, y había llegado a creer que el campo requería más atención por parte de la profesión médica. Incapaz de ejercer, concretó sus grandes energías a la causa que él llamaba anestesia profesional. A pesar de su incapacidad, viajó ampliamente por los Estados Unidos y otros países, predicando el evangelio de la anestesia como especialidad médica y dirigiéndose a cualquier reunión de médicos que quisiera oírlo.
Francis Hoeffer McMechan
En estas charlas movilizaba todo el comportamiento dramático que había adquirido como actor en su juventud. El salón de conferencias se oscurecía inmediatamente antes de su entrada, y un reflector seguía la figura de McMechan en su silla de ruedas. A medida que era empujado hacia el centro del escenario, con una voz resonante de emoción, comenzaba su charla. Denunciaba a todos aquellos que habían tratado la anestesia como un incidente casual en el procedimiento quirúrgico, y declaraba que las vidas humanas no debían ser puestas en manos de aquéllos que no habían sido entrenados como médicos. Las charlas, sin embargo, eran tan sólo un aspecto de una activa tarea de organización de grupos de anestesistas médicos, de exhortar a la nueva especialidad, redactar o editar revistas y de alentar el intercambio de nuevas ideas y técnicas.
McMechan comenzó esta carrera en 1915 y la continuó hasta su muerte en 1939. Durante este período, fue él quien dominó la organización médica de anestesia y su papel fue de agitador, profeta y hombre de estado. Acorde con su clásico modo carismático, dependía del apoyo económico de los amigos de la causa. Fue acusado por sus discípulos y duramente criticado por otros, quienes lo llamaban un tirano en potencia.
La muerte de McMechan ocurrió justo antes de la Segunda Guerra Mundial y en un punto clave de reorientación en la anestesiología americana. La Sociedad Americana de Anestesiología, según los patrones de las sociedades de especialidad ya establecidas, reemplazó los grupos que él había formado e introdujo elementos más conservadores. El celo inflexible de la época de McMechan fue reemplazado por métodos y políticas más cautelosas. Las políticas a largo plazo para el avance de la especialidad se unieron a la insistente demanda de acción inmediata; los procedimientos de elección democrática produjeron nuevos líderes para reemplazar al anterior y único, y se iniciaron sobrias conferencias con otros grupos médicos para reemplazar las charlas dramáticas.
Sin embargo, el cambio es más evidencia del éxito de McMechan que de su fracaso: el grupo fue capaz de constituir una organización estable que desarrollara los asuntos de la especialidad. El carisma había desaparecido pero el espíritu continuaba en las organizaciones nacionales y locales que presionaban vigorosamente para el avance de la especialidad.
McMechan dejó detrás de sí un grupo de hombres conscientes y dedicados, listos y dispuestos a colocar el nivel de la anestesia como especialidad médica en un nuevo terreno. Discutían en los métodos, pero no sobre su meta, que era la de alcanzar el estatus de especialistas en igualdad de condiciones con las demás especialidades.