La antidemocracia española.

Desde hace cerca de una década en este país están ocurriendo cosas que no solo en un país serio y civilizado, sino en cualquier país normal a nivel inferior del serio y civilizado que he mencionado, habrían provocado una escandalera y un terremoto político, mientras en España dependiendo de quien comete la barbaridad, no ocurre nada, y la Justicia, las organizaciones sociales, los periodistas, y por supuesto los políticos ni se inmutan.

Los primeros indicios aparecieron a mediados del 2016 cuando se conoció la colaboración entre Fernández Diaz, el Ministro de Interior del gobierno Rajoy y Daniel de Alfonso, nada menos que el Director de la Oficina Antifraude de Catalunya para recopilar multitud de informaciones comprometedoras para políticos independentistas catalanes, y en general perjudiciales para Catalunya, tales como cuentas en Suiza no declaradas a nombre de Xavier Trias y Artur Mas, con la particularidad que el trabajo no consistía en buscar dicha información, sino en inventarla, camuflarla, darle un formato creíble  y verterla a los medios de comunicación. Por supuesto ni a Fernández Diaz ni a de Alfonso les ocurrió nada, nadie movió un dedo ni en la policía ni en la fiscalía y cuando partidos catalanes exigieron una investigación el Congreso la negó.

El método fue calificado como las cloacas del Estado, y desde entonces se han cometido en dichas cloacas varias barbaridades similares contra quien fuese incómodo para el Poder (los que realmente mandan en España se vote a quien se vote) por su ideología, su actitud, o simplemente que sabían demasiado, sin que ocurriese absolutamente nada a ningún responsable, con la excepción del ejecutor directo, el comisario Villarejo, que está en prisión, algo que no solo no ha servido para nada sino que ha hecho todavía más vergonzosa, obscena e inmoral la actuación del Poder Político en España porque desde la cárcel el mencionado comisario ha dado informaciones que en un país normal habrían provocado que muchos cientos de policías se pusiesen a investigar, mientras en España ha ocurrido lo habitual: NADA. Y si a esto añadimos lo que ni Villarejo ni nadie más va a explicar nunca, el monstruo podría ser de dimensiones colosales.

Precisamente hace pocos días Villarejo afirmó que las que promovieron y coordinaron la primera de las cloacas, la de Catalunya, fueron M.ª Dolores de Cospedal y Alicia Sánchez Camacho, que por supuesto están en su casa muy tranquilas porque saben que antes se secará el Mediterráneo que a ellas les ocurra algo a causa de esta denuncia.

Por supuesto, Josep Borrell sabe muy bien quien es responsable de la muy creciente mala imagen internacional de España: Catalunya.

En todos los países “normales” donde se han cometido barbaridades como las cloacas del Estado, incluso a un nivel muy inferior al de España, el resultado ha sido un terremoto político que les ha costado la libertad y/o la carrera a varios políticos, incluso en un país llamado USA una simple cloaca le costó el cargo a un Presidente, pero en España lo realmente grave es convocar un referéndum, o haber actuado con eficacia en un atentado terrorista, el del 17 A 2017, por lo que Trapero está imputado nadie sabe porque mientras las muchas evidencias de la relación del CNI y los terroristas no se va a investigar nunca.

¿Cómo se puede tener tanta mala suerte como para haber nacido en un lugar donde si alguien roba una tarjeta de crédito le caen años de prisión, pero si como político roba millones o utiliza de manera sumamente ilegal, ilegítima y fraudulenta los Poderes del Estado, nadie mueve un dedo, y no le ocurrirá NADA DE NADA? Y todos los idiotas del lugar votando siempre a los mismos.

Por cierto, el nivel de los políticos españoles con frecuencia es como para echarse a llorar, y ahora resulta que dos de los peores están discutiendo la investidura. ¡¡SOCORRO!!