Odio las falsificaciones. Representan todo aquello que odio del mundo de la moda y considero que son un auténtico cáncer para la creatividad, la iniciativa, el esfuerzo y la difusión de la moda.
Nunca he llevado imitaciones, si bien sí he llevado y llevo clones (no soy millonaria pero sí una fashionista) pero siempre han llevado su etiqueta de Zara, Mango o Misako... y siempre que me han preguntado lo he dicho bien alto. Nunca he llevado algo pretendiendo engañar, hacer creer que llevo un Chanel, cuando en realidad ha salido de una manta tirada en el suelo en un mercadillo, me parece realmente asqueroso.
Pero un nueva tendencia se está empezando a ver en celebrities y modelos, hablo de un fenómeno ya conocido por muchas que es el de "subvertir logos de marcas". O lo que es lo mismo, sacar a la venta prendas con las letras de una marca cambiada a modo de burla. ¿Cómo cuando compras imitaciones con pequeñas diferencias para no ser retiradas del mercado? pues lo mismo, pero con precios muy similares a los de las marcas originales.
A este fenómeno ya se le ha bautizado como ANTImoda.
Y ya se ve en las pasarelas y en las calles, puestas en modelos, famosas y trendygirls de todo el mundo:
Ya puedo imaginarme a las modernitas y hipsters de medio mundo tirándose de los pelos por ser las primeras en gastarse 60 euros en una camiseta con logo que pone "Giraunchy" o 75 euros en una sudadera "Homies".
Y digo yo, ¿no es ridículo? si siempre ha estado super mal visto llevar imitaciones que cantaban de lejos, ¿esto de la antimoda tiene algún tipo de coherencia más allá de la frivolidad de: "puedo llevar marcas pero prefiero burlarme de ellas"? sinceramente creo que no y espero que esta horterada caiga rápidamente en el olvido.
Besitos que hacen ruidito al andar...