En nuestra anterior entrega vimos dos ejemplos sobre el concepto de arquitectura ecológica y cómo la sostenibilidad medioambiental se puede integrar en nuestras vidas.
Ahora vamos a continuar ilustrándola con otros ejemplos:
Museo Gaoligong
Como hemos visto, los asiáticos destacan por explorar la arquitectura sostenible a través del prisma de la tradición, existiendo numerosos ejemplos recientes de ello, en muchos casos nacidos de la búsqueda de un menor coste de la producción, y no sólo por un deseo pretendido de proteger el medio ambiente.
El Museo Gaoligong del Papel Hecho a Mano diseñado por TAO (Trace Architecture Office) es un ejemplo. Este pequeño museo de 361 m2 se encuentra junto a la localidad de Xinzhuang, cerca de la montaña de Gaoligong en Yunnan, una reserva mundial de la Biosfera.
La estructura, concebida con el objetivo de resaltar la tradición local del papel hecho a mano, fue construida por artesanos locales, y utiliza papel, bambú, piedra volcánica local y un sistema estructural tradicional de madera.
No vemos aquí una imitación del pasado arquitectónico, más bien un edificio de concepción y ejecución muy modernas
Puede afirmarse que la tradición es uno de los mejores modos de lograr un auténtico equilibrio con el mundo natural y físico. Los métodos empleados en este museo no responden a las necesidades de una corporación multinacional de obtener beneficios a corto plazo, sino a las de generaciones de inteligencia. Se trata de una sabiduría que aquí se aprovecha de forma realmente sostenible.
Aquí, las florituras y adornos de la vida contemporánea no se aprecian tanto como algunos desearían, aunque es probable que estas características añadidas, a menudo inútiles, estén más pasadas de moda que el bambú y la piedra volcánica, empleados como elementos arquitectónicos.
F87
Aunque nos gusta señalar que el pasado nos ofrece lecciones de gran valor en la preservación de los recursos naturales y el medio ambiente, existe otro modo de pensar que recurre tanto a métodos activos como pasivos para controlar el uso de la energía, reduciendo así la huella de carbono en la arquitectura. Esta escuela recurre a los materiales más modernos y trata de compatibilizar el diseño contemporáneo con el cuidado de la salud del planeta. Encontramos estructuras que son auténticos ejemplos de tecnología de vanguardia y que buscan crear casas o edificios que con balance positivo de energía, es decir, que contribuyan a aumentar el suministro de energía de una comunidad en vez de reducirlo, como es habitual.
Werner Sobek, famoso ingeniero alemán y autor de muchas estructuras modernas ecológicamente responsables, contribuyó hace poco al diseño de un proyecto en Berlín denominado F87.
Es un edificio de 130 m2 ganador del concurso Casa Eficiente + Electromovilidad organizado por el Ministerio de Transportes, Edificación y Desarrollo Urbanístico alemán. En este concurso se trata de producir la electricidad suficiente para alimentar el vehículo eléctrico de sus propietarios, además de cubrir las propias necesidades energéticas de la vivienda.
En la concepción del F87 se reflexiona sobre la construcción reciclada y reciclable
También se buscó que el impacto medioambiental fuera mínimo, aplicando los principios cradle to cradle tanto en el momento de la construcción como en el de su futura demolición. Nos encanta :-)
Como podéis ver, otros dos claros ejemplos de lo que llamamos arquitectura ecológica.
¿Os gustaría vivir en una de estas edificaciones ecointeligentes?