La artritis reumatoide es una enfermedad crónica del sistema inmunitario que afecta a personas de cualquier edad. Así, de las más de 200.000 personas que padecen AR en España, dos de cada tres son mujeres, en su mayoría de edades comprendidas entre los 30 y los 50 años. A nivel mundial, esta enfermedad afecta a cinco millones de personas. Además, el carácter crónico de la Artritis Reumatoide, unido al envejecimiento de la población, podría incrementar su prevalencia en los próximos años. El doctor Carlos Cara, director médico de UCB, señala: “La artritis reumatoide puede afectar tanto al plano laboral como familiar y social. Por ello, si tenemos en cuenta el alto grado de prevalencia entre el colectivo femenino, vemos que tiene un alto impacto en la calidad de vida de las mujeres, sobre todo cuando éstas tienen que abordar varios frentes: fuera de casa como mujer trabajadora, dentro del hogar en las tareas domésticas y en su papel de madre”.
Dolor, rigidez, hinchazón y pérdida de la movilidad articular son los síntomas más habituales de esta enfermedad, que afecta especialmente a las articulaciones más móviles, entre ellas, manos, pies, muñecas, hombros, codos, caderas y rodillas. Esto conlleva, en algunos casos, un alto impacto psicológico, especialmente entre el colectivo femenino por ser el más afectado. Concretamente, el 43% de las mujeres que la padecen tiene un bajo estado de ánimo y en torno al 7% padece ansiedad o depresión. Además, siguen existiendo conceptos erróneos en torno a la AR, como que sólo las personas mayores la padecen y no es tan grave, que la artritis reumatoide y la artrosis son iguales o que la persona que la padece probablemente tendrá que dejar de trabajar y acabará en una silla de ruedas irremediablemente. Estos conceptos erróneos tienen repercusiones directas en los pacientes desde el punto de vista psicológico.