La asignatura de religión, vuelve a ser evaluable
A pesar del Concordato de 1979, vigente entre el estado español y el Vaticano, obliga a mantener la asignatura de religión católica en un estado aconfesional (?), esta no se utilizaba -desde 1990- para hacer de media con las otras materias para poder conseguir becas o acceder a determinados centros educativos.El texto de la LOMCE (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa) viene a dar cumplimiento a que hasta ahora ha sido un anhelo permanente del obispado español -ya que la participación en clases de religión cada año venía disminuyendo- , para ello la nueva ley educativa prevé que la religión o su alternativa, computen para la nota media de la etapa. Ello significa un 70% en secundaria o el 60% en el bachillerato, y en este segundo caso influirá en el acceso a la universidad del alumnado.
Hasta ahora las anteriores leyes de educación garantizaban que las calificaciones que se hubieran obtenido en la evaluación de la enseñanza de religión no computarían “en las convocatorias en las que deban entrar en concurrencia los expedientes académicos, ni en la obtención de la nota media a efectos de admisión de alumnos”.
En pleno siglo XXI y, mientras la vecina Francia aprueba la “Carta de la Laicidad” que debe exhibirse en todas las escuelas, aquí la jerarquía de la iglesia católica en comandita con el actual gobierno y el silencio de la mayoría de las consejerías de las Comunidades autónomas, sigue en su tarea de seguir imponiendo la enseñanza de la religión en el sistema educativo.