La Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética Defiende la Eficacia de las Cremas Antiarrugas

   Hola bombones, seguro que ya todas estáis al día con el comunicado que recientemente ha lanzado la OCU sobre los resultados de un estudio que han realizado, en el que analizan 14 cremas antiarrugas, y en el que ponen en duda la eficacia de estos productos, lo cual puede confundir a todas las personas que utilizamos dichas cremas en nuestra rutina de cuidado diario. Por todo esto, quiero haceros llegar a todas un artículo que ha llegado a mis manos, y que creo que es muy interesante.
   La Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa) defiende la eficacia de dichos productos, así como el rigor con el que la industria los desarrolla y más tarde lanzan al mercado. Desde Stanpa aseguran que los consumidores pueden tener la seguridad de que son ciertas las reivindicaciones de un producto cosmético, es decir, que la propiedades que un determinado cosmético asegura que tiene se corresponden con la realidad que ofrece, ya que cada producto que se pone en el mercado, antes de llegar al usuario ha de pasar por unas exhaustivas evaluaciones de seguridad y eficacia, evaluaciones que están reguladas a nivel europeo.

Imagen Stanpa

   La Directora Científica de Stanpa, Carmen Esteban señalaba: “Es increíble que se pretenda hacer creer a los consumidores que una crema básica, que legítimamente ofrece propiedades básicas, es lo máximo que la ciencia puede aportar hoy, pues evidentemente hay mucho más conocimiento científico sobre la piel y sobre la tecnología antiedad”.
   La Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa) quiere aclarar que no todas las cremas son iguales, ya que cada una puede actuar sobre uno o varios de los diferentes signos de envejecimiento, entre los que podemos encontrar la pérdida de firmeza, elasticidad, aparición de manchas, arrugas, luminosidad, hidratación…, todos ellos son signos que aparecen con el paso del tiempo. Evidentemente, dependiendo del problema de cada persona, podemos elegir una u otra crema dependiendo del problema al que queremos hacer frente, ya que el mercado ofrece al consumidor una amplia gama de productos, cada uno de los cuales presenta diferentes características y se distribuyen a través de diferentes canales, respondiendo así a las diferentes necesidades. En este sentido, la Directora General de Stanpa, Val Díez señala: “la hidratación es la pieza básica, pero la complejidad de los otros factores es mucho mayor”,  ”El precio de estos productos depende de muchos factores –en gran medida de la innovación de sus activos y formulaciones, de la investigación que hay detrás, o la pureza de los ingredientes, y no es un criterio que refleje la eficacia de un producto per se. El trabajo de investigación de centenares de expertos dermatólogos, químicos, ingenieros, farmacéuticos y biólogos no puede ser menospreciado y las publicaciones en los principales congresos internacionales sobre los avances antiedad en el cuidado de la piel lo respaldan”.

Imagen Google

   Además, desde Stanpa ponen en duda la metodología que se ha utilizado por parte de la OCU en el estudio que han realizado, ya que no analiza toda la realidad de la categoría de cremas antiedad. ¿Por qué? Porque ninguna de las cremas valoradas son iguales, y tampoco actúan sobre los mismos signos de la edad. La metodología de análisis utilizada en el estudio apenas se describe, y explican con expresiones como que se han realizado “mediciones con distintos aparatos” asegurando que las cremas antiarrugas hacen poco. La OCU analizó los productos en un laboratorio fuera de España, y de dicho laboratorio no ofrecen ninguna información ni referencia. Afirman que entrevisto a casi 1.000 mujeres y reconoce en su informe que la percepción subjetiva de las mujeres encuestadas “sí que está de parte de las cremas”, pero sin embargo, no ofrecieron ninguna importancia a esta opinión.
     En resumen, Stanpa defiende la eficacia de las cremas antiarrugas y asegura a los consumidores que pueden tener la seguridad de que las propiedades que una crema asegura que posee se corresponden con la realidad que ofrece. En segundo lugar, que el precio no es un criterio que refleje la eficacia de un producto, sino que es el resultado de las investigaciones realizadas y que han sido necesarias para actuar de forma eficaz sobre los distintos signos de envejecimiento. Para finalizar, Stanpa pone en duda la metodología que han utilizado para realizar el estudio, ya que no analiza toda la realidad de la categoría de cremas antiedad, ya que ninguna de las cremas analizadas son iguales ni tampoco actúan sobre los mismos signos.
     Espero que este post os sirva de ayuda para cualquier duda que os haya surgido tras leer el artículo difundido recientemente por la OCU
By Raqueleita