Papanikolaou, durante el partido. Foto: www.newsit.gr/
La sombra de Pete Mickeal es imborrable en el Palau. Por su entrega, coraje, talento y liderazgo, el alero de Rock Island es uno de los mejores extranjeros de la historia del club, quizás el más determinante desde la marcha de Bodiroga y seguro que el mejor extracomunitario tras Audie Norris. Mickeal cumplía un rol que todo equipo necesita, el de jugador que raza que aprieta los dientes, saca lo mejor de sí en los momentos más peliagudos y es capaz de agitar a sus compañeros, provocar que reaccionen y no se rindan. Kosta Papanikolaou (Trikala, Grecia, 1990) no aspira a sustituir a Mickael en la pista ni en el corazón culé, pero sí, como decía en un reportaje de Víctor Lavagnini en el que visitó el Museu del club aspira a pasar a la historia del club. Palabras mayores del fichaje estrella en la remozada plantilla del Barça, que tras hacer el ridículo en Santiago de Compostela ante el Obradoiro seis días antes derrotó al que era el único equipo invicto de su grupo en la Euroliga, el Fenerbaçhe de Obradovic (94-81). Papanikolaou (18 puntos y seis rebotes) y de Nachbar (23 tantos y nueve capturas para un 31 de valoración) encendieron la mecha de la mejor puesta en escena del equipo en toda la temporada y estuvieron certeros cuando el rival reaccionó. El Barça, además, se clasificó para el Top 16. "Recibir 35 puntos en un único cuarto es de niños. Hemos comenzado a jugar demasiado tarde", se quejó, y con razón, Obradovic, el gurú del torneo. Le faltó precisar que antes del minuto 13 los azulgrana ya habían sumado 40 puntos y tenían una renta de 23 (40-17) o que hasta siete jugadores del Barça habían anotado. Más allá del acierto (5/7 en triples y 11/14 en tiros de dos), los locales tenían una sexta marcha en las piernas y se deslomaban en defensa. Sada estaba omnipresente y Papanikolaou y Nachbar dirigían con frescura un ataque decidido. Solo Tomic, cargado con dos personales, estaba desentonando. McCalebb, Bjelica y Predlzic: 62 puntosCon Kleiza casi inédito y Bojan Bogdanovic anotando siete de sus ocho puntos en ese fatídico primer cuatro (35-15), fue McCalebb, un torbellino que corre que se las pela, quien hiz reaccionar a su equipo junto a Nemanja Bjelica, ambos pretendidos en épocas diferentes por el Barça y que parecían infalibles con los triples. A McCalebb y Bjelica se les sumó un imparable Predlzic en el tercer cuarto y que se zafaba como quería de Navarro, para colocar un parcial de 7-27 (59-55 a los 24m 57s). Autores de 62 de los 81 puntos de su equipos, los tres jugadores eran el alma de un Fenerbaçhe que llegó a tener un balance 10/14 en triples. Antológico. "Necesitamos un poco más de ritmo. Estamos parados", advirtió Xavi Pascual, justo antes de los zarpazos de Nachbar y Sada y de que Predlzic continuase tocado por la varita mágica como Bjelica. Lampe saldría a pista con la decisión que se le presupone por caché y entre Tomic -"lo del sábado pasado [por el trompazo contra el Obradoiro] no sé cómo explicarlo. No quiero ni recordarlo..."-, Papanikolaou -"nos hemos entrenado mucho y hemos salido muy fuertes"- y Nachbar -"espero que esta victoria nos dé más facilidades para jugar"- acabaron por asegurar un triunfo fundamental para un Barça que además del partido le ganó el basket average a su rival y aspira a acabar primero de grupo. Y también a divertirse en la pista, como sentenció Sada: "Después de Santiago [de Compostela] hablamos. No solo eran críticas, sino simplemente disfrutar del baloncesto. 94 puntos, eso es disfrutar". BARÇA 94 (35+17+22+20): Huertas (4), Navarro (13), Papanikolaou (18), Nachbar (23), Tomic (12) —quinteto inicial—; Dorsey (2), Sada (8), Abrines (2), Todorovic (3) y Lampe (23).FENERBAÇHE 81 (15+25+22+19): Sipahi (7), Bogdanovic (8), Preldzic (20), Bjelica (20), Vidmar (4) —quinteto inicial—; McCalebb (22), Onan (0), Kleiza (0) y Zoric (0). Árbitros: Gkontas (Grecia), Boltauzer (Eslovenia) y Shulga (Ucrania). Palau Blaugrana. 5.494 espectadores.
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