Hoy (17/03/2015) hemos tenido conocimiento de algo que considero vergonzoso, y que me reafirma en mis convicciones y en el motivo que me ha llevado a intentar luchar contra la forma clásica de hacer política, la Audiencia Provincial de Barcelona da por cerrado el caso de las dietas cobradas por más de 40 alcaldes y cargos municipales [entre otros el exalcalde de Sabadell (Barcelona) Manuel Bustos, así como la alcaldesa de L’Hospitalet (Barcelona), Núria Marín; el de Mataró (Barcelona), Joan Mora, el del Prat de Llobregat (Barcelona), Lluís Tejedor; el de Solsona (Lleida), David Rodríguez, y el de Tarragona, Josep Félix Ballesteros], una causa que se desprendió de la llamada Operación Mercurio.
La Audiencia falla a favor de la parte demandada y considera que la “Federació de Municipis de Catalunya” a pesar de tener apariencia de organismo público no lo es. Según el tribunal esta federación “no es privada porque entre otras cosas su afiliación es voluntaria y por lo tanto sus fondos no pueden tener la consideración de públicos”. También se hace referencia que desde la FMC no se gestionan servicios sino que es un simple órgano asociacionista por lo que el dinero recibido y gestionado pierde la condición de fondos públicos, provengan de donde provengan. Es decir, aunque el 94% de los fondos con los que contó la FMC durante los años 2011 y 2012 provenían de ayuntamientos, consells comarcals, diputaciones y subvenciones, según el auto, que falla a favor de la tesis de la defensa, no pueden tener la consideración de públicos. ¿PERO SE CREEN QUE SOMOS GILIPOLLAS? ¿QUÉ COÑO ESTÁ PASANDO EN ESTE PAÍS? ¿QUÉ TENEMOS QUE HACER PARA QUE NO SE NOS MEEN EN LA CARA?
Y para más inri encima algunos se quejan porque sienten que se ha mancillado su honor. Cobraron sobre sueldos a cargo de fondos públicos –digan lo que digan los fondos eran públicos- y encima tienen las santas narices de considerarse ofendidos. Los ofendidos somos los ciudadanos, ofendidos en nuestra inteligencia, en nuestro amor propio y ofendidos ante la podredumbre de un sistema capaz de premiar al ladrón y condenar al pobre.
MSNoferini