El principal elemento diferenciador de un coche eléctrico, con respecto a uno de combustión, es la procedencia de la energía utilizada para la tracción del vehículo. En los coches eléctricos, las baterías son un elemento fundamental.
El principal escoyo, hoy en día, para este tipo de vehículos es la carga y la duración de estos elementos. Por ello, se ha adoptado, por ahora, la solución menos mala que parece ser la de los coches híbridos aunque estos también presentan sus salvedades.
Se denomina batería eléctrica o acumulador eléctrico al dispositivo que almacena energía eléctrica, usando procedimientos electroquímicos y que, posteriormente, la devuelve con ciertas pérdidas; este ciclo puede repetirse un determinado número de veces.
El funcionamiento de un acumulador está basado esencialmente en un proceso reversible llamado reducción-oxidación (también conocida como redox). Se trata de
un proceso en el cual uno de los componentes se oxida (pierde electrones) y el otro se reduce (gana electrones); es decir, un proceso cuyos componentes que no resulten consumidos no se pierden, sino que solamente cambian su estado de oxidación, y que a su vez pueden retornar al estado primero en las circunstancias adecuadas.
Las principales características de las baterías son las siguientes:
Fuerza electromotriz (f.e.m) o voltaje: El voltaje de una celda electroquímica viene dado por la diferencia entre los potenciales redox de los materiales activos del cátodo y del ánodo. La fuerza electromotriz se mide en voltios (V)
Capacidad total: Indica la cantidad total de carga eléctrica que es capaz de almacenar la batería. La unidad habitualmente empleada para expresar dicha capacidad es el amperio-hora (Ah). En muchos casos es útil normalizar la capacidad dividiéndola entre la masa total de la batería, lo que se conoce como capacidad específica, (Ah/Kg) para obtener un valor más comparable.
Energía total: Indica la cantidad total de energía eléctrica que es capaz de acumular la batería. La energía total de una batería se puede obtener multiplicando la capacidad por el voltaje de la celda electroquímica(Wh).
Como en el caso anterior, este dato se suele dividir entre el peso de la batería para obtener la energía específica.
Ciclos de vida: Indica el número de ciclos de carga y descarga que se pueden llevar a cabo hasta que la capacidad de la batería sea un 80% de su valor nominal.
Profundidad de descarga: Indica el límite máximo de la batería que se puede descargar, sin que aparezcan efectos negativos en la batería
Rendimiento: es la relación porcentual entre la energía eléctrica recibida en el proceso de carga y la que el acumulador entrega durante la descarga. La batería de plomo-ácido tiene un rendimiento de más del 90%.
A continuación se muestra una tabla resumen con la energía específica y autonomía de algunos de los principales vehículos eléctricos que han aparecido o aparecerán en un futuro cercano en el mercado.
Todos los esfuerzos están enfocados, hoy en día, en como mejorar la autonomía de estos vehículos que pretenden ser el futuro del sector de la automoción para que puedan ser una realidad definitiva y apta para todos los usos en un futuro no muy lejano.