La aventura de ser ciudadano

Estrenamos año nuevo. Si. es cierto, no cabe duda estamos ya en 2015. Eso significa, entre otras cosas que estamos en un año de elecciones en España.
Y cómo no, empiezan los bailes de las encuestas. Son verdaderos bailes; se pasan votantes de un partido a otro con suma facilidad.
Tan fácil es que un antiguo votante del Partido Popular  (PP) se muden a Podemos, como que votantes del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) , voten a Ciudadanos (C's), o que votantes de Izquierda Unida (IU) bailen  hacia Podemos o C's.
Baile, mucho baile y baile que sigue abierto para representar las fuerzas políticas que al parecer pueden regir nuestros destinos durante cuatro años.
Al parecer cansada la ciudadanía del bipartidismo apoyado por la Transición No Transitada (TNT). esta transición que para muchos políticos fue modélica, pero para otros ciudadanos no lo fue tanto, ni mucho menos.
Empieza el año con encuestas que avisan a navegantes de que es posible otra forma de gobernar. Unos dirán que son mejores las mayorías absolutas y otros afirmarán que no.
Todo dependerá de las posibles 'alianzas' o 'pactos' para poder gobernar a los ciudadanos.
¿Será que estamos hartos de tanta mentira? ¿No será que muchas decisiones que toman los políticos, pueden ser decisiones genocidas?
Cuando alguien en la vida comete errores, algunos (muy pocos) piden perdón; me temo que en la mayoría de los políticos, cuando se les pilla con la mano metida en la caja de todos los ciudadanos, dicen que se enteraron por la prensa, pero lo que es cierto deberían de dimitir de su cargo inmediatamente.
Intuyo, que puede acaecer una nueva forma de gobernar, más cautelosa, más al servicio de los ciudadanos, que es lo suyo.
Parece ser que la formación que lidera Albert Rivero se va ya afianzando en el panorama político de España, quedando de momento, en 'reserva' después de Podemos.
Lo que si empieza a estar algo claro es que PP y PSOE, bajan considerablemente en intención de voto.
Pero siempre digo lo mismo, las encuestas son casi siempre muy 'bailables'.
Siempre queda la última baza: la aventura del ciudadano.