La aventura del tocador de señoras - Eduardo Mendoza

Editorial: Booket
Páginas: 384
ISBN: 9788432217036
Precio: 8,95 €
Quienes leéis mis comentarios literarios habitualmente seguramente tenéis una idea sobre mis gustos (novela realista -generalmente protagonizada por mujeres- novela histórica...), por lo que es probable que el argumento de éste sorprenda porque se aleja un poco de mis géneros preferidos. Aun así, como ya conocía al autor de otro libro que me gustó, decidí darle una oportunidad. En cierto modo, leer este libro ha representado un poco de aire fresco para mí: no es que esté a disgusto con los temas que suelo leer, pero de vez en cuando viene bien cambiar un poco para no aborrecer determinados géneros y poder cogerlos con más ganas después.
Eduardo Mendoza y su obra
La obra de Eduardo Mendoza se puede clasificar en dos tipos. Por un lado, las novelas serias (La verdad sobre el caso Savolta, La ciudad de los prodigios y su más reciente Riña de gatos, entre otras) y, por otro, las que desprenden un mayor sentido del humor (Sin noticias de Gurb, El misterio de la cripta embrujada, El misterioso viaje de Pomponio Flato…).
Eduardo Mendoza no era un autor desconocido para mí, y no únicamente porque su nombre es bastante sonado y ha logrado bastante fama con sus obras. Hace un tiempo leí La verdad sobre el caso Savolta, su primera novela, y me gustó mucho. Tal vez no me llenó hasta el punto de querer leer todo lo de este autor, pero sí que me gustó lo suficiente para no decir "no" si se me presentaba la oportunidad de volver a leerlo.
La aventura del tocador de señoras es la tercera y última novela de una saga que empezó con El misterio de la cripta embrujada y continuó en El laberinto de las aceitunas El protagonista es el mismo en los tres casos y, aunque no había leído las dos novelas anteriores, he seguido el libro perfectamente. Hay alguna referencia a su pasado, pero muy por encima, así que tengo la sensación de que si leyera los otros dos libros ahora no pasaría nada.
Argumento
La historia empieza con la salida de un centro psiquiátrico de nuestro protagonista. Éste busca a su hermana, a la que encuentra casada, y es el marido de ésta quien le ofrece un empleo. Su trabajo consistirá en ocuparse del Tocador de Señoras, una peluquería. Al protagonista le empieza a gustar lo que hace, y todo parece ir bien hasta que se ve envuelto en unos hechos un tanto extraños.
De repente, una noche se encuentra en un coche con Ivet (una chica que había conocido en la peluquería), un encapuchado que tiene una pistola, y un chófer negro. Le obligan a robar unos documentos en una empresa. El robo va bien, pero no contaban con que esa misma noche el propietario de la empresa sería asesinado en su propio despacho. A partir de aquí empieza una investigación para averiguar quién es el verdadero culpable, en la que intervendrán numerosos personajes, aunque el protagonista y narrador parte como principal sospechoso.
La historia está ambientada en la ciudad de Barcelona de la década de los 90.

Personajes

A lo largo de la novela aparecen muchos personajes, y los hay de tan estrambóticos que creo que merece la pena que los comente un poco.
En primer lugar, tenemos al protagonista, del que no llegamos a conocer su verdadero nombre. Es, además, quien narra la historia en primera persona. Un hombre misterioso, o tal vez yo lo he percibido así porque al saber que hay dos libros anteriores a este inconscientemente sentía curiosidad por saber lo que le había ocurrido para acabar en el manicomio. Es buen tipo, pero se las sabe todas.
Ivet también es un poco extraña. Al principio parece que está en contra del protagonista, pero pronto se pondrá de su parte. Al protagonista le gusta Ivet, y por eso cuando vean la luz ciertos hechos turbulentos relacionados con ella él intentará encubrirla. Hay otra Ivet, Ivet Pardalot, hija del hombre asesinado. Esta segunda Ivet es muy distinta a la primera: menos agraciada, inteligente, con más carácter. Ambas darán mucho juego, y se cuestionará quién es realmente la hija de Pardalot.
Magnolio es el chófer negro de la noche del robo. Al principio no causa buena impresión al protagonista, pero pronto se da cuenta de que no es un mal hombre y solamente está manipulado por el dinero que le pagan por ir haciendo trabajos para unos u otros. Es un personaje al que le acabas cogiendo cariño, tiene buen fondo y su inocencia contrasta con su físico imponente.
También aparece el personaje del alcalde, que es muy divertido. Se encuentra en plena campaña electoral y, no sabemos si por el estrés o porque es así siempre, le falla la memoria a menudo y muchas veces parece no enterarse (o no querer enterarse) de la historia que se desarrolla a su alrededor. Al principio da la impresión de que no está implicado en la trama principal, pero poco a poco se irá viendo que su papel es crucial en toda esta historia.
Como representación de la clase adinerada barcelonesa tenemos a un matrimonio, formado por Arderiu y Reinona. Arderiu siempre ha tenido una buena posición económica y en forma de ser es bastante parecido al alcalde. Reinona es misteriosa desde el principio: conoce al protagonista en una fiesta y le dice que no se fíe de nadie, pero a la vez después parece que ella misma lo traiciona. Con estos dos nunca se sabe si están diciendo la verdad o no.

Mi opinión

En primer lugar, a pesar de que el libro tiene algunos componentes de la novela policíaca, todas sus páginas desprenden mucho sentido del humor. Por un lado, los personajes son bastante extravagantes, es algo que descubrimos conforme vamos leyendo sus diálogos. Creo que ninguno de ellos se podría considerar normal al cien por cien, aunque de todas formas la narración está tan bien hecha que mientras lees te resultan todos creíbles. Por otra parte, también encontramos humor en las situaciones que se describen, algunas son verdaderamente surrealistas. Por poner un ejemplo, un recurso que se repite más de una vez es tener al protagonista hablando con alguien, y cuando este alguien está a punto de confesar algo importante, llaman al timbre y aparece otra persona a hablar con él, y así sucesivamente. Son poco creíbles en la realidad, pero en el libro este tipo de escenas me han parecido muy divertidas.
Por otro lado, la ambientación de la Barcelona de la época no está mal, se citan varios lugares y no es difícil imaginarte allí, pero no es lo que más destaca de la novela.
Cambiando de tercio, me ha gustado mucho la caracterización de los personajes. Ese contraste entre Ivet e Ivet Pardalot está muy bien, ¿quién es la buena y quién la mala? ¿Quién es cada una al fin y al cabo? ¿Qué ocultan? No puedo contar nada pero ellas dos dan mucho juego, durante toda la lectura estuve pendiente para saber más acerca de cada una. También destaco al alcalde, para mí es buenísimo, y veo mucha ironía representada en él, como su hipocresía con la campaña electoral. El no saber si realmente no se entera de nada o se hace el tonto expresamente es algo que también me intrigó bastante mientras leía.

La forma en que está escrito el libro es impecable, no esperaba menos de Mendoza. La prosa es amena pero no por ello pobre, aunque tampoco tiene muchas florituras y se mantiene a buen nivel tanto en los diálogos (que son muy interesantes y decisivos), como en la narración en primera persona del protagonista, que ocupa la mayor parte del libro. Destaco también el hecho de que cada personaje se expresa a su manera, un aspecto que muchos autores descuidan.
El primer capítulo del libro nos cuenta cómo el protagonista sale del centro psiquiátrico, y es un poco aburrido en comparación con el resto de la novela. Fue en el segundo capítulo cuando me empecé a enganchar, aunque tampoco ha llegado a ser una novela de aquellas que no puedes soltar.
Por sacarle algún defectillo, muchas cosas se aclaran con el protagonista soltando una parrafada, y no sé si es que cuando leí esa parte estaba un poco atontada, pero me pareció que el personaje sabía demasiado. Habría estado bien que algunos puntos clave se descubrieran de otra forma, o que por lo menos él no fuera el único en atar cabos. Aun así, el final me ha gustado.
Si comparo La aventura del tocador de señoras con La verdad sobre el caso Savolta, el otro libro de Mendoza que había leído, evidentemente me quedo con el segundo. Los dos me han gustado, pero recuerdo que La verdad sobre el caso Savolta me dejó una sensación mejor y me pareció una obra más completa en todos los sentidos. Las similitudes que he encontrado entre ambos son sobre todo que suceden en la misma ciudad y que empiezan con un crimen de un personaje que no ha llegado a aparecer en la novela. Sin embargo, en La verdad sobre el caso Savolta se emplea un tono más serio y se alternan fragmentos de cada personaje, no como aquí que es todo lineal y siempre habla el protagonista.
En general, me ha parecido un buen libro, entretenido y muy adecuado para pasar el rato. No me ha convencido lo suficiente como para querer leer el resto de la obra del autor, pero ha sido una buena opción para cambiar de registro y evadirme de todo. Lo recomiendo, por supuesto.
Mi valoración: 7/10