La ayuda de una doula no es sólo en un día y un momento puntual, sino que además puedes llamarla e ir consultándole dudas y problemas que te puedan surgir.
Ya os hablé de la visita de nuestra amiga doula a casa en este post. La visita fue genial, pero el nuevo comienzo de la lactancia un poco regular.
Sobre todo quiero hacer hincapié, por si casualidad alguna madre novata como yo lee esto, en que la lactancia puede que no sea fácil al principio, y la verdad que hay que ser constante y confiar en nosotras mismas y en nuestro bebé para poder lograr una buena lactancia.
Tras la visita estuve dos días de lactancia casi perfecta, pero de repente, comenzaron los problemas: unos dolores de la muerte en los pechos durante la toma, antes de la toma, después…todo el día vamos, algo constante y de verdad os lo digo, muy doloroso. En varias ocasiones le dije al papi que lo dejaba, que tiraba la toalla… Hablé con la doula, me dijo que por desgracia era normal (harta estoy de esta palabra desde comienzo del embarazo, ay!), y que de hecho ella lo había pasado con su segundo hijo. Además en mi caso estaba comenzando con la lactancia de nuevo al mes de vida de la beba, por lo que esos dolores de adaptación debería de haberlos pasado la primera o primeras semanas. Os describo un poco el dolor: ardor de pezones, pinchazos internos por el pecho durante la succión, dolor en el enganche, pinchazos en la subida de la leche… vamos un completo. E incluso si tenía alguna subida de leche durante el día fuera de la toma dolía. Como os imagináis vestirse de cintura para arriba era misión imposible.
La adaptación era tanto de que los pechos y pezones se acostumbraran a alimentar a la beba todas las tomas, como de que mi cuerpo creara y distribuyera la producción de leche según las necesidades de ella.
El dolor tremendo duró un par de días. Tras eso ha ido disminuyendo… La doula se ha ido preocupando por llamarme, enviarme whasap y sobre todo darme apoyo moral de que puedo hacerlo. También tengo que decir que en ningún momento me ha dicho nada en contra de los biberones, es decir, me decía que si no me veía capaz y que si no podía con ello no me sintiera mal por darle biberón, que es válido igual que el pecho. Ésto me ha sorprendido, porque aún sabiendo que lo mejor es la leche materna no me he sentido obligada a darle pecho, sino que me ha apoyado tomase la decisión que tomase.
Y aquí estamos, he sobrevivido, estamos con lactancia materna exclusiva, la beba ha engordado sólo con el pecho y hace ascos a los biberones, y aunque queda alguna molestia es algo totalmente llevadero. De hecho ya he sido capaz de darle el pecho en público, que antes no tenía confianza para hacerlo, y las caras que ponía de dolor eran como para no hacerlo en público.
En estos días que es la Semana de la Lactancia Materna, quiero recomendar a todas aquellas que tengáis algún problema con la lactancia este tipo de ayuda y de apoyo. Desde luego conseguir una buena lactancia es algo que puede costar un esfuerzo, pero si es lo que queréis esforzaros y luchad por conseguirlo, que se puede!!!
(Si alguna es de Zaragoza o alrededores, y quiere el contacto de esta chica para que le ayude, le asesore, consultarle algo… no dudéis en pedírmelo.)