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La ayuda discreta…

Publicado el 18 marzo 2011 por Mbbp
LA AYUDA DISCRETA…

Sin duda hay personas que merecen todo nuestro respeto y admiración. Y eso, al parecer, no siempre es fácil. Los que pretendemos, discreta y humildemente, echar una mano al prójimo -aunque en mi caso sea solo intentándoles hacer levantar la mirada y el ánimo ante las dificultades- sabemos que, en general, es algo poco agradecido! Cuando ese propósito es verdadero, nos basta la satisfacción que ésto provoca en uno mismo; pero deberíamos admitir que muchas personas consideran que hay vanidad en ello, búsqueda de reconocimiento o bien ese mal hábito humano de tratar mal a quienes más queremos o más nos ayudan! ¿Cuántas veces el amor y el sufrimiento lo demostramos humillando a los seres presuntamente queridos?

Pero hay veces que esa ayuda es tan evidente que nos deja en silencio. Sobre todo cuando álguien hace por nosotros lo que pocos harían, incluso donar su propia vida.  Detrás de las noticias efímeras, de las grandes catástrofes humanitarias o de los sencillos gestos de alguien que se acerca para apoyarnos, hay pequeños héroes que son grandes hombres!  Cuando alguien, sin que se lo pidan, hace pequeñas acciones con gran amor por los demás (como dijo Teresa de Calcuta) y sin esperar nada a cambio, uno se da cuenta de que esta vida es maravillosa, precisamente porque para algunos tiene su propio sentido, aunque no sea entendido ni explicado! Y amar al prójimo es un loable sentido!El otro día me hallaba en la terraza de un bar del centro de Barcelona y se me acercó un “anciano sin hogar” (al que llamamos indigente), me comentó ser escritor y que “viendo a gente triste que tenía familia, casa, trabajo y dinero, osea todo lo que él no tenía“, había escrito una poesía sobre la vida “para animarles a ser alegres y felices“. Yo, obviamente, le comenté que yo también escribía, lo hacía sobre el mismo tema… aunque tal vez para recordar la posible felicidad yo mismo! Fuera o no el texto fotocopiado escrito por Jorge Rom -como estaba firmado-, me demostró que, mientras muchos solo comparten sus penas con los demás, otros comparten sus alegrías!Los que nos dedicamos al Coaching Personal o cualquier otra terapia de ayuda a los demás, sabemos bien que no es un lucrativo negocio, aunque hay quien sí sabe lucrarse con él; seguramente son los que solo hablan a los demás o escriben ”sobre lo que la gente quiere oír, aunque sea falso o inexacto”, se aprenden y parafrasean citas de célebres eruditos… aunque pocos las lleven a cabo en su vida real! ¿Me permites reflexionar en voz alta sobre qué es ayudar, para mí? Ayudar a los demás exije, como la cita bíblica, “que tu mano derecha no sepa lo que hace la izquierda“; ayudar a alguien no significa darle la razón cuando no la tiene, ni decirle la verdad si no requiere saberla; ayudar a alguien es olvidarse de uno mismo y centrarse -empatizando- en el otro; ayudar a los demás es sentirse satisfecho por hacerlo, aún cuando no sea agradecido, ni correspondido e incluso muchas veces sea reprochado; ayudar a los demás es ayudarse a uno mismo aprendiendo, pero no hacerlo para huir de la propia realidad; ayudar a alguien es saber hablarlen las palabras apropiadas y en el momento oportuno; y saber callar cuando el silencio es la mejor ayuda; ayudar es no utilizar la verdad como arma arrojadiza, sin respetar el derecho del otro a obviarla, a descubrirla por sí mismo o incluso a engañarse sin querer verla; ayudar es saber leer los sutiles gestos del otro cuando requiere nuestra atención, respeto o nos pide explicitamente nuestra ayuda; ayudar, en fin, es no sentirse útil, ni héroe ni maestro solo por eso y saber compartir un trozo de trayecto en esta vida en la que todos enseñamos y aprendemos mientras lo transitamos…VN:R_U [1.9.7_1111]

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