Revista Cultura y Ocio

La balada del café triste. Carson McCullers

Por Mientrasleo @MientrasleoS
La balada del café triste. Carson McCullers
     "Ante todo, el amor es una experiencia compartida por dos personas, pero esto no quiere decir que la experiencia sea la misma para las dos personas interesadas. Hay el amante y el amado, pero estos dos proceden de regiones distintas. Muchas veces la persona amada es sólo un estímulo para todo el amor dormido que se ha ido acumulando desde hace tiempo en el corazón del amante. Y de un modo u otro todo amante lo sabe. siente en su alma que su amor es algo solitario. Conoce una nueva y extraña soledad, y este conocimiento le hace sufrir."
     Puede que McCullers no sea tan conocida como otros autores de la época pero basta acercarse un momento a sus letras para caer rendido a ese tono tan especial que las imprime. Esa sensación de cuento real, de realidad sin endulzar pero relatada con una suerte de aura que la convierte en una lectura deliciosa. Tengo que decir que incluso los títulos de sus obras poseen ese tono. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, La balada del café triste.
     Conocemos a Amelia, Miss Amelia como la llaman todos. Una mujer de sobra conocida en un pueblo sureño decadente en los años 50. Respetada por todos, solitaria y fuerte como un hombre, lleva un almacén con la misma mano férrea que dirige su vida. De hecho, el único episodio discordante entre tanto orden fue su boda hace ya años que no duró más de diez días. Del marido se sabe que ha estado preso. El discurrir tranquilo se verá alterado por la llegada de un primo de Amelia, jorobado, que marcará el comienzo de lo que allí sucedió.
     Si ayer comentaba que me cuesta hacerme con las historias de amor hoy traigo un relato largo o novela corta que me ha cautivado. Listo para ser leído de una sentada McCullers nos presenta un pueblo cualquiera en el que poco a poco nos va haciendo más nítidos a sus personajes. Y lo hace con unas frases francamente hermosas.
     Marvin, marido de Amelia, Lymon, el primo recién llegado, y la propia Amelia componen el grueso de esta historia de soledad y fantasmas que nos enseñan como las personas cambian en función de quien se les puede acercar. Porque el absoluto protagonista es la soledad. La perdida cuando llega el amor, la encontrada cuando se va y como nos va afectando a cada uno. En apenas unas pocas palabras la autora consigue componer cuadros completos de sentimientos que van de la protección a la envidia, del temor al engaño... y sobre todo nos habla de los sentimientos y las reacciones que provoca el amor. Como cambia a quien se encuentra bajo su influjo aunque no se de cuenta.
     El amado teme y odia al amante y con razón; pues el amante está siempre queriendo desnudar al amado, aunque eso no le cause más que dolor.
     Amelia amó a Marvin quien parecía bueno hasta que dejó de amar o tal vez de ser amado, y ella se hizo fuerte en ese momento. Y cuando parecía volver a amar a su primo se suavizó con otro tipo de amor, más cercano, pero eso no lo hizo mejor a él. ¿Y si ahora vuelve a escena el marido? McCullers nos habla de amor en muchas formas y lo hace sin usar azúcar salvo para quitar el amargor de los dientes.
     Me ha parecido una historia hermosa, triste, melancólica y con regusto a buena literatura. Cada palabra en su sitio y un sitio para cada palabra. Un placer volver con McCullers. Si aún no os habéis acercado a sus letras, esta es una muy buena opción y no os preocupéis por el final... aparece justo en la primera página. Y lo hace aumentando el interés del lector.
     Os he contado mi experiencia con las historias de amor. Y a vosotros, ¿os gustan las historias de amor?
     Gracias

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