Revista Insólito
Lo más terrible, lo más desolador de estas nuevas formas de espionaje masivo que han salido a la luz tras las revelaciones de Snowden y de otras que ya conocíamos (Google, Facebook, Microsoft, etc) es precisamente eso, su carácter masivo. Entre esta forma nueva de espiar y la clásica hay la misma distancia que entre la gran narrativa y el cine comercial de acción. La visión de mundo subyacente es igual en el nuevo espionaje y en el cine comercial: un universo donde solo cuenta el despliegue de medios tecnológicos, siendo las pasiones, deseos y actos humanos un mero pretexto para mantener las máquinas activas y en ejercicio de su plena potencia de destrucción.