¡Buenos días!
¿Qué tal esta nublada y ventosa mañana de viernes? Espero que muy bien.
Esta mañana amanecemos con varias noticias relacionadas con la banca española. En primer lugar con la publicación de los resultados de Banco Popular y Caixabank correspondientes al ejercicio 2.014. En ambos casos buenos resultados que mejoran las previsiones de los mercados. En el caso de Banco Popular los ingresos ascendieron a 330,4 millones de euros (un 31,4% más que en 2.013), mientras que en el caso de Caixabank la facturación fue de 620 millones de euros (un 96,3% más). Además Caixabank de cara a 2.015 espera mejorar sustancialmente los resultados tras la compra de Barklays.
Pero de todas las noticias económicas que he leído esta mañana la que a mi juicio más interés suscita entre los que invertimos en dividendos es la publicada en elEconomista referente a la más que probable vuelta a un dividendo en efectivo sostenible por parte de la mayoría de bancos españoles.
De cumplirse las previsiones de incremento en los beneficios de los bancos españoles de cara al 2.016, podrían repartir el dividendo previsto para 2.015 en su totalidad en efectivo con un PayOut no superior al 50%.
Por ejemplo en el caso del BBVA un dividendo de 0,40€ por acción supondría en 2.016 un 47,6% de PayOut. Mientras que para el Banco Santander un dividendo de 0,20€ por acción supondría en 2.016 solo un 32,2% de PayOut.
Tan solo Caixabank y Banco Popular superarían ligeramente el 50% de PayOut.
De esta noticia mis principales conclusiones son:
- Parece que la banca ha decidido volver a repartir dividendos reales, es decir, en efectivo. Y dejar de engañar y tomar por tontos a sus accionistas.
- 2.015 y 2.016 van a ser dos años flojos en cuanto a los dividendos que vamos a ingresar de nuestros bancos.
- A partir de 2.016 se iniciará una senda de crecimiento real y sostenible de los dividendos que repartan los bancos españoles.
Por lo tanto parece que tal y como reclamábamos muchos la moda de los papelitos, y de PayOuts vía papelitos superiores al 100% va a pasar a la historia y en su lugar vamos hacia una política de dividendos en efectivo real, seria, sostenible y creciente en el tiempo.