El entorno de bajos tipos de interés, que deja márgenes muy pequeños, más el continuo crecimiento de las amenazas externas al negocio, como las nuevas empresas fintech que ofrecen alternativas a la banca clásica y que atacan sus márgenes, en especial en los segmentos de clientes de futuro, hace que el negocio bancario diste mucho de ser lo que era, y obliga a los directivos bancarios a ponerse las pilas e ir pensando en cómo renovar poco su modelo de negocio.
Empezamos a ver iniciativas pioneras de grandes bancos que avanzan en ese sentido. Un ejemplo es Caixabank, que acaba de lanzar Imagin Bank, un modelo de banca online dirigido a los más jóvenes.