La barriga

Podría hacerle una oda al concepto barriga, pero no lo haré, porque personalmente encuentro que es una parte de mi cuerpo que se ha pasado la vida queriendo tener demasiado protagonismo, que ha sido egoísta hasta el punto de no tener la delicadeza de en algún momento de su larga vida dejar hueco a sus primos los abdominales, eso no se hace. Por querer sobresalir ha llegado a sobresalir más que su hermana la pechuga, y lo que no puede ser es que te tomes un papel que no te corresponde, el escote se lleva arriba y no encima del toto, hombre ya!!!

De pequeña mi madre dice que solía pedir una tijera mágica que sirviera para cortar la tripa sin hacer daño. Bueno les he de confesar que yo le llamo callo, sí hombre mi callo malayo que no me robaron. Yo mujer dieta donde las hayas, a pesar de haber adelgazado una barbaridad alguna vez que otra jamás conseguí que mi callo me abandonase, jamás. Es un lastre considerable, ustedes no saben lo que es entrar en un pantalón y no poder quedártelo porque no sabes ya como más doblar el callo para que te deje que el botón cierre… y claro una tallas más, supone una talla más de todo de pierna, de largo, de cintura. A mí eso de mujer pera, triangulo, trapecio, ocho, ná de ná yo soy la mujer callo, esa que lleva un bulto perenne entre sus partes y la cintura. Masa de pizza como dice el gorila y el monillo que menudos viajes le meten, se creen que es pura plastilina.
Entonces llega ese momento en que el embarazo llega a tu vida y tu callo tiene que compartir espacio y protagonismo…Primera cosas que descubres, tu callo es purita purita grasa y claro tus ecografías son una sesión de peli porno en el canal plus codificado, por no decir que para ver algo te llegan a apretar tanto que después de cada eco te tienes que estar un rato recuperándote de esa tortura china. Que lo de hacerte una ecografía en 4D olvídate a no ser que quieras conocer a los habitantes grasientos y cara duras de tu callo, porque lo que es tu bebe no lo vas a ver ni de lejos…. Esto en el primer embarazo que estas de chupa pan y moja, pues mira más o menos lo digieres y lo llevas con dignidad, es más te atreves a fotografiarte cada mes y hasta marcarte un álbum muy de madre primeriza, tipo yo mi tripa, mi callo y mi bebé.
Peroooooooooooooooo ZAS! Llega tu segundo preñau y la doña aparte de no estar delgada como en la primera, además sus carnes ya están cedidas y claro la cosa trae cola señores. Les seré sincera, no pienso sacarme ni una foto ni creo que lo haga hasta el octavo mes y si la cosa mejora. Estoy como un tonel, donde es bastante difícil distinguir que es barriga de embarazo y que es el callo-malayo y lo digo porque el monillo tuvo a bien ubicarse hacia el centro norte, pero aquí la H.Kinder ha decidido que se instala encima del toto de su madre en el territorio comanche del callo. Total que me paso los días delante del espejo metiendo tripa y así entre el gorila y yo podemos calcular que parte es del cayo y cual se supone que es de la criatura, un show.

Concepto plasmado por REMORADA

A parte de eso es el segundo, por lo tanto la cintura la he perdido y se supone que la carne cede y claro la panza que llegué a tener con el monillo fue de traca, así que las colgaderas que tengo son de asustar. Lo peor es el padre, sí señores el gorila se pasa las noches cuando me pilla por el pasillo rozándome la tripa-estómago y yo pienso, so lerdo que esas masajeando mis grasas o comidas varias, en fin…es lo que hay. El monillo con esa lógica aplastante no para de repetir que el muñeco de las ecos es muy pequeño y que la tripa de su madres es muy grande, vamos no le cuadra y que porque en esas fotos no sale la comida de su Amatxo. Yo señores no doy para más bastante complejo tengo con mirar y pensar que voy a tener una panza partida, que sí, que empieza bajo el pecho llega a la cintura y pega el corte del michelín callo y luego sigue…vamos de lo más fotogénica, ni en blanco y negro soy capaz de verme. Por suerte aun nadie percibe nada porque yo toda soy una orondez, donde mi callo no está dispuesto a tomarse una baja ni de 9 meses.
Así que soy de esas mujeres que cuando ven una barriga plana miran con ojos incrédulos o de sorpresa, cual niño que nunca ha visto la tele, igual. Y pienso que el mundo es una lotería en la cual a mí me ha tocado mi callo-malayo.