En 1689, los irlandeses se dividieron entre aquellos que apoyaban al rey católico Jacobo II y los protestantes que se alienaban con Guillermo de Orange.
La contienda finalizó con la derrota de los jacobitas en la Batalla de Aughrim (12 de Julio 1691), resultado que malogró las promesas de Jacobo de devolverles las tierras confiscadas en tiempos de Oliver Cromwell.
El relevamiento de los católicos irlandeses de los asuntos de gobierno y las políticas de apropiación de sus tierras para favorecer a los protestantes se mantuvo hasta el siglo XVIII. Desde 1695, estaba vigente la Ley Popery que prohibía a los católicos irlandeses ejercer cargos de gobierno, ingresar al ejército, poseer tierras o educar a sus hijos en la fe cristiana.
En ese periodo, Inglaterra hizo grandes esfuerzos para acabar con las costumbres y tradiciones irlandesas y reemplazarlas por su propia cultura. Fue un esfuerzo vano ya que los irlandeses encontraron en la preservación de sus tradiciones un modo de resistir la ocupación.
- Ejércitos enfrentados
Fuerzas Jacobitas (Marqués de St. Ruth): 18.000 hombres.
Fuerzas Orangistas (Godert de Ginkell): 20.000 hombres.
- Parte de bajas
Fuerzas Jacobitas (†Marqués de St. Ruth): 4.000 muertos, 3.500 prisioneros.
Fuerzas Orangistas (Godert de Ginkell): 3.000 muertos.
- Resultado: Victoria decisiva de Guillermo III de Inglaterra (1689-1702).
Fuente:
- "Historia de Irlanda. Una Historia violenta (History Channel)".