Revista Educación

La batalla que se comió a las dos torres

Por Siempreenmedio @Siempreblog

Al hijo de J.R.R. Tolkien, Christopher Tolkien, no le gustan las adaptaciones cinematográficas de El Señor de los Anillos. Si con la primera novela creí que su opinión era un poco puntillosa, con Las Dos Torres, segunda película y libro, debo darle la razón. Porque en este caso, la adaptación de Peter Jackson se centra en la acción que dota de espectacularidad cinematográfica y comercial de la batalla, en detrimento de varios elementos filosóficos que incorpora la obra de Tolkien, quizás el más importante el respeto al medioambiente. Porque la figura de los Ents, la raza antigua de los pastores de árboles, protagoniza una de las líneas argumentales más hermosas del libro de Tolkien, en la que se reflexiona sobre los atentados cometidos contra la Naturaleza por el hombre y sus terribles consecuencias para multitud de especies. Tampoco los orcos son demasiado bien tratados por Jackson y, aunque sean los malos, el escritor los dota de lenguaje y raciocinio, en contra de la brutalidad ignorante con la que los tiñe – la fealdad sí es común -el director de cine. También el personaje de Samsagaz Gamyi protagoniza muchas más páginas que fotogramas. En resumen y para no cansarlos, en esta segunda parte de El Señor de los Anillos vale más la pena sentarse a disfrutar del libro que de la película.

Fotograma de la raza de los Ents en acción en la versión cinematográfica de Las Dos Torres. Extraída de lacompania.net.

Fotograma de la raza de los Ents en acción en la versión cinematográfica de Las Dos Torres. Extraída de lacompania.net.


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