Tesla ha presentado dos tipos de baterías. Por un lado, una batería enfocada al uso doméstico y por otro una de mayor capacidad de almacenamiento, escalable, y que al parecer estaría más enfocada a nivel industrial. No solo eso: parece que la primera de ellas también se podrá alquilar con el objetivo de hacerla más asequible.
Se prevé que la compañía lanzará una batería destinada al hogar “destinada a acabar con la factura eléctrica”. No es un farol, ni un proyecto a largo plazo: “El diseño está hecho, debería entrar en producción en unos 6 meses aproximadamente”. En ese momento se refería, probablemente, a la primera de ellas.
Powerwall, la versión hogareña, tiene una segunda edición de 7 kwh, y pese a que no se indicó en el evento, tienen usos distintos. La edición de 10 kwh está pensada como un “respaldo” del suministro eléctrico, es decir, se activa cuando la electricidad del sistema central se corta. Mientras, la de 7 kwh está pensada para un uso diario, es decir, para recibir electricidad de paneles solares (o del sistema central en los momentos en que el consumo es más económico) para desplegarla en los horarios donde el gasto energético es más caro.
La demanda salta estos días con titulares como estos: “Tesla, desbordada por la demanda: tiene 38.000 pedidos de su batería“. Según dice el diario, Por otra parte, Musk se ha visto obligado a salir al paso de las informaciones que presentan su batería inútil para los hogares norteamericanos.
Este potencial puede compararse viendo el resultado de las Powerwall de Tesla, las baterías más ligeras del mercado para su capacidad de almacenamiento, con una masa de 100 kg para 10 kwh, 10 kilos por kwh. si lo comparamos con la gasolina, que genera 12,3 kwh directamente con un kilo, necesitamos 120 veces más masa para almacenar la misma energía mediante baterías eléctricas que mediante compuestos químicos.
Esto provoca la reflexión sobre la localización de esta industria y sobre el modelo de exportación. Además, en palabras de Carlos Rebato (gizmodo) el cuello de botella se encuentra por tanto en métodos eficientes que permitan guardar esa energía producida para el momento en el que la fuente no está disponible.
Eso ha sido tradicionalmente caro, muy caro y siempre ha planteado serias dudas sobre su amortización. Además, la capacidad de la mayoría de las baterías actuales da únicamente para 3 días. Tesla anunció que podrán abastecer un hogar medio durante una semana. Es un farol (eléctrico).
Al parecer SolarCity, el principal proveedor de placas solares del país y socio de Tesla en este viaje, ha decido no instalar, por el momento, la Powerwall de menor capacidad, la de 7 kWh, que es también la enfocada al autoconsumo. “No tiene sentido económico”, dicen desde la compañía en referencia a los incentivos que Estados Unidos ofrece a los poseedores de paneles para que vendan su exceso de energía a las eléctricas.
¿Cuáles son los modelos que distribuirá SolarCity, entonces? Los de 10 kWh. A diferencia de los de 7, pensados para su uso diario, el de los de 10 kWh está enfocado en proporcionar energía al hogar en caso de apagón. Pero el número máximo de ciclos ideal al año para las de 10 kWh es tan sólo de 50. Sirven como backup, como reserva puntual, pero no para mucho más.
En otros países, la línea se difumina aún más. En Alemania o Australia, donde el coste de la electricidad es sensiblemente más caro, todavía queda margen, pero no es demasiado y en ningún caso como para que suponga un aliciente extremo para su compra.
Lo que Tesla no especifica es que para que esas Powerwall tengan completo sentido han de ir asociadas a sus correspondientes placas solares. La instalación y el coste de esas placas solares, aunque varía enormemente según su tipo, extensión y características ya supone, como mínimo, una inversión de dinero igual o superior a lo que cuesta una Powerball.
Pero si ya vives en un sitio con placas solares instaladas (en España es obligatorio para algunas de las nuevas viviendas construidas desde hace un par de años, por ejemplo) los números empiezan a cuadrar algo más. Aquí hay otro detalle importante: te hace falta un inversor de energía. El inversor de energía es el dispositivo que “cambia” el sentido de la corriente de entrada (de placas a Powerwall) a salida (de Powerwall al hogar). También es una inversión de dinero adicional.
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