La becaria Carretero

Jorge Carretero, portavoz de la Real Federación Española de Fútbol se ha equivocado y ha buscado una salida fácil y cobarde, muy cobarde. Después de que en su web saliera publicado “Turienzo Álvarez pitará bajo la atenta mirada de Mourinho, que se considera perjudicado por los arbitrajes en las últimas jornadas”, dice que la culpa la tuvo una becaria.

Cierto menosprecio en sus palabras. Un becario no deja de ser un trabajador, en prácticas, pero uno más de la plantilla. De facto, por norma, los becarios realizan trabajos que no les corresponde, se les exige por encima de sus posibilidades y se les paga una miseria, si es que se les paga. Y el trabajo de todo becario debiera estar supervisado por sus responsables, porque no deja de estar de prácticas para aprender.

Me suena a excusa barata para lanzar balones fueras, y aunque fuera verdad debería asumir responsabilidades que sí van con su sueldo y dar la cara. Pedir perdón y enmendar el error es un hecho honorable, no vergonzoso.

Tanto dinero mueve el fútbol y su bendita federación, pues que contrate un gabinete de comunicación competentes y no becarios como él dice. Vaya por delante que considero que la Federación tiene un buen equipo de comunicación y que los becarios, por norma, son competentes y se ganan su sitio.

En su punto de mira debiera estar el responsable de la web. Es fácil y cobarde cargar contra estudiantes de Periodismo o recién licenciados, que compaginan libros y trabajo, que meten horas como uno más y no ganan ni para sus caprichos, si es que tienen la suerte de meter algún euro en su cartera. Por cierto, todo lo que sale en la web es la opinión de la Federación mientras no esté firmado. Que se molesten en leer lo que suben, en corregir, y no en esperar a que alguien se de cuenta y lo publique en un periódico digital.

Me da vergüenza escuchar sus palabras. Quizá el incompetente o la becaria sea él. No aguanto a quienes no asumen su responsabilidad. Que deje su cargo si no se ve capacitado, pero tirar de un discurso endeble, poco creíble y cobarde es absolutamente deleznable y poco propio de toda una federación de fútbol de la que dicen es la mejor Liga del mundo. Ya le gustaría a él trabajar con la ambición y la ilusión que le ponen los becarios a todo lo que hacen.