Sus magdalenas
Fueron muy famosas
Vivía con sus padres en una granja con sus amigas Marbú Dorada y Fontaneda.
No tenía novio, solo un tonteo con un tal Sobao Martínez.
Anteriormente fue pretendida por el Príncipe de Beckeulaer y un príncipe azul, pero resultó que lo que tenía de azul es que estaba congelado. De hecho llevaba tres días muerto. Y claro, la relación no se consolidó.
Era una buena chica que ayudaba en las tareas de la casa y se ocupaba de. Planchar, fregar y colaborar en el cuidado de los animales.
Un día, su madre le dijo que fuese a vender los huevos que habían puesto las gallinas, que a ella le daba mucha pereza.
Era buena chica, pero de tonta no tenía un pelo, así que exigió el 50% de lo recaudado. Su madre accedió a regañadientes, ya que en realidad queria perderla de vista un rato para tirarse al vecino de al lado.
Cogió la cesta y salió de la granja tomando el camino más corto hacia el pueblo. No hacía más que darle vueltas a cómo invertiría las monedas que iba a conseguir con la venta de los huevos.
Tan ensimismada iba que se despistó y no se dio cuenta que había una piedra en medio del camino. Cayó de bruces contra el suelo y se le rompieron los huevos. Perdió la mercancía y para evitar las represalias de su madre recuperó la pasta haciendo pajas a todo aquel que lo pudiese.
Tiempo después abrió una tienda de magdalenas y ahí se forró.
Se le ocurrió la idea un dia que se quitó las bragas y estaba aquello en un lamentable estado de higiene. Y así se le ocurrió lo del papel de magdalenas.
Se hizo rica en muy poco tiempo, pero como era judía la acusaron de bruja y la quemaron en la plaza mayor.