El Pozo de Jacob es considerado una de las atracciones más increíbles del mundo, pero también es una amenaza para quien lo visita.
Texas, en Estados Unidos, tiene un lugar turístico muy particular para ofrecer: el Pozo de Jacob. Este manantial atrae a miles de curiosos visitantes cada día y hay dos razones para ello. La primera es que se trata de una “piscina natural” que, en su interior, tiene el agua tan cristalina que deja ver lo que hay en el fondo; y la segunda es que, dentro de las cuevas que componen este increíble lugar, han muerto siete hombres y una mujer.
Todo el mundo sabe que sumergirse en el Pozo de Jacob es arriesgado, pero también es una zona muy atractiva para buceadores. La situación lo ha convertido en uno de los lugares más peligrosos del mundo y en uno de los más visitados por los amantes del riesgo, bañadores o simplemente curiosos (pero que no investiguen más de la cuenta).
El problema de esta cueva, que tiene 4 metros de diámetro y 10 de profundidad, comienza en el peligroso sistema de cuevas que posee. Al sumergirse, el agujero está dividido en cuatro cámaras subterráneas que alcanzan los 40 metros. ¡Qué fascinante escenario! ¿no?, pero cuidado porque este inofensivo atractivo ya ha cobrado 8 vidas.
La primera cueva es la más iluminada, está a 16 metros de profundidad y en ella habitan diferentes tipos de peces y algas. Para llegar a la segunda hay que seguir bajando hasta los 24 metros. Tiene una entrada muy estrecha y es muy fácil que los visitantes puedan quedarse atrapados. De hecho, ya le sucedió a un estudiante que no pudo salir y murió ahogado. Ésta y la tercera cueva están hechas de grava suelta, es decir, que sus paredes pueden derribarse fácilmente, así que se debiera pasar sin tocarlas para evitar una muy mala pasada. Con la cuarta cueva sí hay que tener cuidado. Su entrada es apenas lo suficientemente grande para que pase un buceador con sus implementos.
Se podría pensar que la peligrosidad de esta cueva subacuática ha alejado a los turistas, pero no. Al contrario, han llegado más que nunca. Aunque ya esté dicho que el “Pozo de Jacob” sea uno de los lugares más riesgosos para zambullirse, la gente lo hace. Y no lo hace una vez, sino diez, u once o doce. Definitivamente, Texas tiene una de las atracciones más visitadas y más emocionantes del mundo.
Fotos: Tyler Riti – Flickr