PARA TI, MUJER
Mujer es una palabra sagrada. Es una palabra que encierra la belleza de la creación. La mujer es el ser más perfecto jamás pensado en el infinito. Su fuerza y determinación son fuente de vida. La mujer es el templo sagrado en el que la devoción del hombre trasciende la mera atracción física y se eleva a alturas de adoración y rendición.
La mujer Diosa que habita su alma es potencial de sabiduría y ternura, es reflejo de fortaleza y dirección. La mujer es un amanecer de inspiración. Su mirada es ineludible y cautivadora. Sus manos un camino que seguir y su cuerpo un poema deleitable de contemplación.
La mujer vive y da vida al existir. La mujer habla y su voz es un cantar de amor. Su naturaleza enamora y da fuerza para consentirla, cuidarla, amarla y sostenerla. Estar a su lado es un privilegio y un honor. Estar con ella es la meta sublime de quien sabe amar de verdad.
Sin la mujer no se puede vivir, no se puede cantar, no se puede ser feliz ni ser. Ella es la luz que a todos nos hace brillar. Ella completa lo que a todos falta. Es preciso comprender la importancia de su presencia con nosotros. Es preciso darle el lugar de honor que le pertenece y no solo desearla para satisfacción, sino para ser parte integra de su felicidad y realización.
La mujer sabe amar y se enamora también. Hay que cuidar un corazón enamorado y alimentarlo con palabras de amor, con cariño y gran pasión. Las palabras tienen el poder de transformar su significado en realidad. No le hables a una mujer palabras en las que no crees, ni de sentimientos que no viven en ti.
Dañar su corazón es traicionar al mismo amor. Engañarla es destruir el templo sagrado de adoración. Ella es fiel porque entrega todo su ser. Recibir el amor de una mujer es flotar en un cosmos de bellas sensaciones y ser cubierto por la energía más maravillosa del cosmos.
Por esto te rendimos homenaje con entrega y gratitud, con admiración y humildad. Mujer de belleza incomparable en medio de la creación.
Para ti mi entrega y devoción, para ti mi vida y mi decisión. Admiro tu hermosura más que la de las estrellas y siento tu manto de amor como el calor de una fogata en medio de la noche helada. Tu abrazo de amor para mi es más sublime que las imponentes olas del mar. Tus pies me guian a un cielo en la tierra que solo tú sabes crear.
Si. La mujer es el más bello ser de la creación. Mi alma, mi vida y mi corazón te tienen sellada de aquí a que deje de respirar y aún más allá. Porque tu esencia es la caricia en mi ser que quiero corresponder en tu interior. Gracias por ser, gracias por estar. Gracias bellísima Mujer.