Revista Cultura y Ocio

La Biblioteca del Hospital Virgen de la Poveda fomenta la lectura infantil entre los internos

Publicado el 11 abril 2017 por Castillosenelaire
La Biblioteca del Hospital Virgen de la Poveda fomenta la lectura infantil entre los internos
“El 15% de los libros que se prestan aquí, en el Hospital, son libros Infantiles y Juveniles”
El Hospital Virgen de la Poveda de Villa del Prado tiene una estupenda biblioteca, repleta de volúmenes de todo tipo donados por vecinos, amigos, trabajadores, familiares y pacientes. Una biblioteca que permanecía sin uso hasta que hace siete años la escritora Rocío Ordóñez, trabajadora del hospital, tuvo que vivir una adecuación de su puesto de trabajo en el centro hospitalario y terminó convertida en bibliotecaria, gracias a la proposición de algunos compañeros y al apoyo de la directora de enfermería, Yolanda Pérez Polo.
La Biblioteca del Hospital Virgen de la Poveda fomenta la lectura infantil entre los internosDurante todo este tiempo como bibliotecaria Rocío ha prestado más de 3100 libros, ha visto crecer la cantidad de volúmenes, de los 300 ejemplares con los que contaba en un primer momento se ha llegado a una cantidad que supera los 3000 y ha vivido muchas aventuras y experiencias que iban surgiendo a medida que el hábito lector de los pacientes aumentaba. En el Hospital Virgen de la Poveda, inaugurado en 1978, hay 200 camas destinadas a la recuperación funcional, a los cuidados paliativos y a los cuidados continuos y demencias. Personas que, en muchas ocasiones, tienen dificultades de visión, de comprensión lectora o de la mera posibilidad de leer.
Aunque Rocío ha dado con un elemento inesperado en su lucha por el fomento de la lectura, la Literatura Infantil y Juvenil, “El 15% de los libros que se prestan aquí, en el Hospital, son libros Infantiles y Juveniles. Por varias razones. Primero por la calidad de vista que tienen algunos pacientes, la gente mayor muchas veces no puede leer la letra pequeña, también por la capacidad mental que tengan. Algunas personas vienen con demencias, necesitan lecturas sencillas, así que buscamos la letra más grande, los temas más sencillos, que no sean muy largos.”
Ahora mismo hay un par de baldas de una de las estanterías con algunos títulos de Literatura Infantil y Juvenil, libros, en su mayor parte, con bastantes años encima. Aunque, como nos comenta Rocío, estaría muy bien el disponer de alguno más, “Todos nuestros libros proceden de donaciones, no podemos elegir lo que queremos ofrecer. Estamos ampliando la oferta literaria de la biblioteca, en unos días nos van a poner otra estantería y vamos a tener sitio, estaría bien el disponer de libros más elegidos y modernos”.
“En este hospital hay pacientes jóvenes y pacientes mayores. La gente mayor pide sobre todo Literatura Infantil”. 
La Biblioteca del Hospital Virgen de la Poveda fomenta la lectura infantil entre los internosDurante la charla, Rocío nos cuenta alguna de sus vivencias como bibliotecaria del hospital, como ese momento vivido con un paciente que apenas hablaba y que le pidió un libro de Blasco Ibáñez, un libro que Rocío le entregó, provocando en él una sensación de infinita felicidad. O la del chico que había sufrido un grave accidente y apenas podía hablar, pero que empezó a leer en voz alta al coger un libro infantil, como si la lectura provocase que algún engranaje encajase.
La charla con Rocío fue muy emocionante y daría para muchas historias que contaros, para muchas palabras. Pero hoy me quedo con esa idea de que la Literatura Infantil y Juvenil puede resultar de lo más aconsejable para los lectores ancianos, esos que, en algunos casos, parecen estar regresando a la niñez. La lectura llena, evade, hace disfrutar, por eso se hace tan necesaria.
Letra grande. Eso necesitan la mayor parte de los lectores el Hospital Virgen de la Poveda. Porque en muchas ocasiones la vista es la peor enemiga de los que aún pueden leer. Rocío nos dice que están abiertos a recibir libros en la biblioteca del hospital, además, que les vendrían bien álbumes ilustrados y ejemplares en buen estado. Y lectores, porque hay personas que no pueden leer, incluso que no saben hacerlo, y escuchar una historia siempre es un elemento saludable, a nivel mental y a nivel emocional.
Artículo publicado en el Periódico A21 - Edición Impresa Abril 2017

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