Los videojuegos españoles son considerados a partir de ahora patrimonio cultural inmaterial y pasarán a ser tratados como los libros
La institución pública comenzará a recabar fondos de catálogo de videojuegos para preservarlos y guardar su legado. Esta labor no será única y exclusiva tarea de la Biblioteca Nacional de España, si no que aportarán su esfuerzo colaborativo otras entidades como la AEVI (Asociación Española de Videojuegos), la AUIC (Asociación de Usuarios de Informática Clásica) y la DEV (Asociación Española de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos y Software de Entretenimiento). A su vez, el Ministerio de Cultura coordina la Mesa del Videojuego (recordemos que el videojuego fue oficialmente considerado cultura en marzo del año 2009 por el gobierno de España).
Según la información recabada desde la propia BNE, la ayuda de las principales asociaciones dedicadas al videojuego será esencial, ya que las bases de datos con las que cuentan podrán ser usadas para poder identificar los títulos que, o ya tiene la propia Biblioteca o bien pueden ir incorporándose al catálogo desde ahora. Así mismo, podrán ser donados por estas entidades cualquier videojuego del que no disponga la BNE actualmente. A su vez, todas aquellas compañías desarrolladoras de videojuegos que no hayan tenido la oportunidad hasta el momento de depositar sus videojuegos en el fondo de la BNE, podrán hacerlo desde ahora, quedando así incluidos mediante Depósito Legal en la entidad bibliotecaria. Y para concretar aún más el acuerdo adquirido con las asociaciones, también se aceptará equipamiento que permita la reproducción de videojuegos actuales y pasados.
También se ha llegado a un acuerdo entre BNE y entidades del sector para colaborar en la preservación y en el acceso a largo plazo de los videojuegos, así como colaborar en la divulgación de los aspectos culturales y educativos que rodean a la industria del videojuego.
No hay que olvidar que esta industria es la que mayor perspectiva de crecimiento tiene en nuestro país. El 40 por ciento de la población española juega a videojuegos y dedica una media semanal de 6,5 horas a jugar a videojuegos. Estos buenos datos han propiciado, desde hace unos años, que a día de hoy haya en España 455 empresas que se dedican al desarrollo y la producción de videojuegos.
En 2018 la facturación de la industria de los videojuegos en España superó los 1500 millones de euros, lo que supuso un 23 por ciento más con respecto a 2017, según se desprende del último anuario de AEVI. La industria del ocio electrónico supone el doble que la del cine y diez veces la industria de la música grabada. Viendo estos datos, podemos decir sin equivocarnos que el videojuego se ha instalado como fenómeno cultural en nuestras vidas y que ya es imparable su uso entre jóvenes y adultos, y entre hombres y mujeres.
Gracias al anuncio de la BNE, los videojuegos serán considerados a partir de ahora patrimonio cultural inmaterial, y podrán ser tratados como cualquier otro importante elemento de la cultura, equiparándose de esta manera a la literatura, uno de los mayores bienes que posee el ser humano.
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