El ciclismo es un deporte que tiene muchas ventajas para nuestro cuerpo. Sin embargo la bicicleta que, que es el equipo esencial para practicar este deporte, puede ocasionar dolores y lesiones bastante comunes entre los ciclistas. En este post traemos una sencilla explicación a esa serie de dolores y cómo se pueden aliviar a través de la biomecánica.
El ciclismo es un deporte duro y eso lo sabemos, al igual que todos los que deciden practicarlo, saben muy bien que tendrán que hacer un gran esfuerzo, que quedará marcado en el cuerpo. Sin embargo, siempre hay una posibilidad para que se puedan hacer hasta 6 horas de bici sin que eso genere molestias.
Las grandes subidas y los kilómetros pueden ocasionar algunas dolencias localizadas que los ciclistas muchas veces consideran que son normales por el esfuerzo. La mayoría de las veces porque desconocen que existen la llamada biomecánica del ciclismo que, precisamente, tiene como función dar solución a estas molestias.
La biomecánica consiste en ofrecer a cada persona o ciclista una bicicleta personalizada y adaptada a las características de su cuerpo. Es importante que se ajuste correctamente el sillín en cuanto altura, ángulo y retroceso. Para lograrlo, muchas veces es recomendable cambiar el sillín o modificar la potencia de la serie para logra una cómoda posición aerodinámica.
Además también se debe ajustar la altura del manillar, es decir, se debe ajustar completamente para que se adopte la posición adecuada al cuerpo. Para poder decir que las molestias que se sienten son "comunes" o temporales. En el caso de que sean persistentes debe buscarse una solución.
Las molestias que son frecuentes y tolerables son:
- Ligero y puntual adormecimiento de la zona genital, si se pedalea durante un rato largo en posición agachada o en la parte de adelante del sillín.
- Adormecimiento ligero y puntual de los pies.
- Adormecimiento ligero y puntual de las manos.
- Tensión en la zona cervical ligera.
Los dolores y las molestias frecuentes, su posible origen y las soluciones son los siguientes:
Las rodillas
A pesar de que el ciclismo es una actividad comúnmente recomendada a las personas para la rehabilitación, si las características de las bicicletas no son las adecuadas, montar en bici puede ocasionar dolores en las rodillas. Muchas veces con orígenes en otras partes del cuerpo, como en los pies o en las caderas, pero se manifiestan directamente en las rodillas, por la transmisión de la fuerza.
Dolor en la parte trasera de las rodillas
En este caso es posible que el sillín esté muy elevado, lo que ocasiona una excesiva extensión en la pierna.
Dolor en la parte zona externa de la rodilla
Por lo general es ocasionado debido a la fricción en la cintilla iliotibial, a causa de que el sillín esté muy alto, o también una inadecuada posición, dejando los talones muy separados.
Dolor en la zona anterior de la rodilla
Esta suele ser la molestia más común. Suele estar asociada a una posición muy baja del sillín o muy adelantada, lo que hace que las rodillas se flexionen en exceso.
Dolor en la zona interna de la rodilla
Ocurre cuando el sillín se encuentra muy bajo o las calas están colocadas mal y los pies del ciclista no quedan paralelamente a las bielas.
La zona lumbar
En segundo lugar en dolencias en ciclistas, es la zona lumbar. Se debe a que la posición del ciclista durante el pedaleo influye notablemente sobre esta zona. Un ajuste correcto del sillín puede ser la solución para estas dolencias. Muchas veces el sillín se encuentra asimétrico, muy alto o muy bajo y ocasiona un desequilibrio en la pelvis, por lo que debe encontrar la posición correcta para cada ciclista.
El cuello y zona alta de la espalda
El dolor en el cuello es muy variable, puede confundirse con un dolor en la parte del trapecio, que se sitúa justamente en la parte baja del cuello.
Cuando es en el cuello, suele ser debido a un manillar muy bajo o muy alejado en relación del sillín, que obliga al ciclista a estirarse de más.
Cuando se trata dolor en la parte zona alta de la espalda, debajo del cuello, (los trapecios), en este caso el dolor se debe a que el manillar está muy alto o muy cerca. Se soluciona ajustando a la medida correcta el manillar.
Las manos
Es común que las manos se adormezcan, si el peso no se encuentra repartido de forma correcta, haciendo que el centro de gravedad se mueva adelante y las manos se lleven el peso. Lo más adecuado para solucionar esta dolencia, es atrasar el sillín, retrasando así el punto de gravedad.
El sillín se debe bajar al menos 3 mm por centímetro que sea retrasado, de manera que las piernas se extiendan en la medida correcta. Al igual que ajustar en la altura correcta el manillar con relación al sillín.
Los pies
Otra de las dolencias comunes en los ciclistas con causas muy variadas se dan en los pies. Estos dolores pueden ocasionarse por unas zapatillas inadecuadas. Puede ser que sean muy estrechas o muy cortas y el pie quede incómodo, afectando el sistema vascular y nervioso, generando dolor.
La posición de la cala también influye. En este caso la cala debe retrasarse para que no presione al pie. Se debe probar con plantillas de corrección, que mejoran la posición del pie y reparten la presión homogéneamente.
Las nalgas
En este caso probablemente sea el sillín, generalmente no se trata del sillín como tal sino de la posición que tenga el sillín y la posición del ciclista sobre el mismo. En este caso se debe buscar la posición correcta.