La boda de Maria y Rubén en Lérida

Cuando te cruzas con una novia como Maria sabes que su boda va a ser especial desde el primer momento. Recuerdo cuando ella y Rubén vinieron a la cuentiofi de Barcelona por primera vez, todavía no nos habíamos conocido en persona pero ellos ya eran unos cuentinovios. Desde ese momento se creó una conexión especial con Maria. Todas las bodas son especiales, es cierto, pero en algunas ocasiones hay temas personales que hacen que haya ciertos matices y que transforman a esa pareja y a su historia en especial. Maria perdió a su madre mientras preparaba su boda. Logicamente, cuando algo así ocurre todo se paraliza; tu corazón y tus preparativos. Y pasan a un plano tan secundario…

Pero a pesar de que el proceso es terrible la vida tiene que seguir, la ilusión vuelve y el cauce natural de la vida hace que poco a poco todo vuelva a su sitio. En el caso de Maria pasaron bastantes meses hasta que decidió retomar el tema, en ese tiempo muchas cosas de las que estaban ya planificadas cambiaron, incluso su vestido acabó siendo otro. Siempre admiré su fortaleza, su capacidad para reponerse y de llegar a disfrutar tanto de su boda, a pesar de que le faltaba a su lado alguien tan importante.

Para mí era muy motivador verla tan ilusionada con todos los preparativos y sentir que disfrutaba tantísimo de todo. Y suena a tópico, el día de la boda suele ser uno de los más felices de una pareja, pero cuando veáis las fotos entenderéis cómo lo fue para ella, sólo hay que ver su cara de absoluta felicidad.

Guardo muy buen recuerdo de mañanas en la ofi diseñando tantas cosas, te acuerdas Maria? Yo ponía los croissants y el café, ella venía con montones de ideas en la cabeza y juntas fuimos dándole forma poco a poco al que acabó siendo el día más feliz de su vida. Hubo momentos geniales, como la tarde de risas que pasamos en Jesús Peiró, en la última prueba del vestido de novia.

Luego llegó su sesión preboda y por sorpresa para ellos, contacté con Mónica Carrera, su fotógrafa, para que me enviara las fotos y publicamos este post sin que ellos lo esperaran tres días antes de la boda. Sabía que les encantaría y así fue, Maria me escribió enseguida un whatsapp lleno de cariño cuando vieron el post, qué mona! Me encantan las fotos de su preboda, las localizaciones son preciosas y ellos desprenden tanto amor… Y tuvimos la suerte de poder incluir algunas de ellas en el cuentilibro! 

Y cuando se acercaba el gran día nos fuimos para Lleida con la cuentifurgo cargada hasta arriba para empezar el montaje. Como veréis en las fotos fue una boda llena de detalles y todos hablaban de la personalidad de esta pareja. Al final se trata de eso, no? De que una boda esté impregnada de la personalidad de esos novios y eso lo marca desde el lugar que se elije hasta el más mínimo detalle.

En la entrada de la ceremonia, todos los invitados pasaban por delante de un rincón con una estantería a diferentes alturas con lavanda, unos palets, carteles de madera, banderines y cajas antiguas de madera, de las que se usaban para recoger la fruta: las manzanas y las cajas de fruta no podían faltar en esta boda en tierras leridanas! Y las fotos de la preboda decoraban también este rincón, con lo bonitas que son, imposible no usarlas!

En la ceremonia (imaginaros lo emotiva que fue…) justo detrás de la zona donde se sentaban los novios, colocamos una cortina de cintas que preparó Maria. Dos sillas preciosas de forja pintada para los novios y una mesita antigua que hacía las veces de mesa de ceremonia eran las piezas principales.

Para el sitting preparamos un montaje con palets, cajas de madera y tapetes que había ido coleccionando Maria para la boda. La de palets que hemos usado esta temporada para decorar! Sobra decir que nos parecen súperversátiles y que nos encanta su efecto, sobre todo cuando contrasta con elementos más románticos, como los tapetes y ciertas flores.

Las flores tenían que dar un aire soft y romántico, y elegimos colores muy suaves como el rosa pastel o el peach. Usamos hortensias, rosas, peonías, astilbe, paniculata rosa…

Los novios querían que hubiera varias sorpresas para los invitados. Maria y Rubén quisieron sorprender a su grupo de amigos sentándolos a cenar con ellos en una larga mesa imperial, que decoramos con un montón de objetos con aire antiguo como piezas de porcelana, libros, tarros de cristal con puntilla y muchas velas.

Para la gráfica, detalles en chevron peach y para los regalos para los invitados un toque kraft y sabor a hecho a mano, como Maria quería.

Otro de los rincones importantes de la boda fue el de los niños. Por un lado, decoramos su mesa con un montón de juegos, globos, cuadernos para dibujar… Maria quería que los niños se sintieran protagonistas. Por eso, además de las mesas, creamos un espacio para ellos con un dosel y muchos cojines al que llamamos “Petitlandia”. Tendríais que haber visto la cara de los niños, fue genial! Hasta a nosotros entraron ganas de tirarnos con ellos por el césped a jugar un rato…

Cerca de “Petitlandia” colocamos el photobooth que hicimos con un biombo de los novios y que adornamos con pompones en tonos rosas y dorados.  A su lado, la mesa de firmas con las cámaras Instax, un clásico en las cuentibodas, esta vez presidida por las letras y números de la fecha de la boda.

Un par de sorpresas estaban preparadas para el final de la cena. En el patio se encendieron unas bombillas de verbena que iluminaron el baile. Más tarde, Maria sorprendió a Rubén con unas letras luminosas con sus iniciales que un amigo de ellos había preparado como sorpresa para su marido, qué chulas!

Y para terminar una noche mágica, una suelta de farolillos voladores para recordar a dos personas muy, muy especiales y mandarle allá donde estén esa luz y agradecerles que de alguna forma, estuvieron acompañándoles durante todo el día; la madre de Maria y el padrino de Rubén.

Os dejamos con esta pareja de guapos y las fotos tan bonitas de Mònica, un placer poder trabajar contigo!

Maria y Rubén, mil gracias por habernos dado la oportunidad de formar parte del día más feliz de vuestras vidas. Os deseamos toda la felicidad del mundo! Viva los novios!