¿Por qué todos hablan de la magnífica boda de Pilar Rubio con Sergio Ramos?. Debo tener el coeficiente intelectual dudoso pero nunca había visto que algo tan ridículo y grotesco fuera a ser calificado de magnífico, en vez de horterada rentable. Rueda de prensa incluida, Amazón siguiéndoles los pasos y retransmisión de la luna de miel. Dinero muy fácil que pagará muy caro.
Está fuera de toda duda que Pilar es guapísima, pero guapísima guapísima y que este físico imponente le abrió todas las puertas, pero su preparación profesional no está al mismo nivel, precisamente porque el golpe de belleza, muchas veces evita el esfuerzo que debemos hacer los feos. Se ha colado en el hormiguero por su relación personal con Pablo Motos, quien la rescató de su fracaso en telecinco , y hace monadas en un estupendísimo programa donde aporta poco, pese a sus esfuerzos por intentarlo. Sus dotes para conectar con el público son muy escasas. A Sergio le ha pasado algo parecido y como le da muy bien a la pelota su preocupacion por formar el cerebro también ha sido nimia.
Ahora han tratado de hacer un espectáculo con su propia boda, un alarde de exhibicionismo, un reality show retransmitido en directo, excentricidades de nuevos ricos, unicornio saltarín y niños «minisergios» para completar el cuadro.Todos a una. Han conseguido un redoble que parecía imposible: sobrepasar a Belén Estedan y a CristianoRonaldo. Una puesta en escena imposible de digerir, incluso con novio despechado.
Pero los medios de comunicación nos siguen engañando: expectacular, impresionante, genial, explican y a nadie le da por decir la verdad que no hay nada peor que la ostentación, incluso comprándote unas cortinas. De los 500 invitados no debía quererla de verdad ninguno, le han seguido la corriente y le han dado bombo y campanadas en vez de hacerla reflexionar. ¿Pablo Motos , de verdad es tu amiga o estás cobrándote el favor de tenerla en tu programa?. Mis amigos por mucho menos ya me están poniendo las pilas así que, es de las pocas veces que me alegro de no ser tan guapa, ni tan millonaria.
Debería haber invitado a Bertín Osborne que tendrá sus detractores, pero nadie puede dudar de su facilidad para conectar con el público, su discrección personal y su capacidad para decir lo que piensa. Seguro le habría dicho que esta boda era demencial.