La Bolsa italiana y la polémica del dedo hacia el cielo

La Bolsa de Milán – Curiosa estatua

Aunque Milán no sea la capital de la República italiana, tiene el gran honor de ser la ciudad que alberga la gestión y control de los valores financieros en italia, es decir, la estupenda Bolsa de Milán. De hecho, si os fijáis en las noticias, como los corresponsales suelen estar en Roma nunca aparece el edificio de la Bolsa tras ellos. Ahora ya sabéis por qué.

En la Piazza degli Affari encontraréis el edificio que la alberga, el Palazzo Mezzanote, que está muy cerquita del centro y del Duomo. De hecho, yo lo encontré un día por casualidad cuando iba caminando hacia mi curso de italiano. El Palazzo se creó en 1927 cuando se deciden unificar todas las Bolsas que había en Italia en una sóla. De hecho, antes de estar en esa placita, la Bolsa de Milán estaba en la Piazza Mercanti y allí pasó un siglo.

Figura de la mano con el dedo hacia el cielo

Pero desde luego si hay una cosa interesante para ver en esa zona, esa es la obra que hay justo en frente de la Bolsa, la escultura de una mano con los dedos cortados excetuando el del medio. Esta obra, llena de polémica lleva en la Piazza degli Affari desde 2010 y el Ayuntamiento de Milán decidió comprarlo para que ahí se quede al menos 40 años. La obra responde al nombre de L.O.V.E y está a cargo del polémico Maurizzio Cattelan. La escultura de la mano se supone que evoca el saludo nazista como gesto paradigmático de los horrores y los errores del pasado siglo. Es por ello que tiene cortados los dedos menos uno, eludiendo al famoso gesto obsceno que todos conocemos. Al colocarlo frente a la Bolsa en mitad de la borágine de la crisis económica, también es muy significativo, y ha sido usado por asociaciones como Green Peace para hacer protestas por ejemplo este año en la Semana de la Moda, cuando le colocaron un guante verde.

Obra de Maurizio Cattelan

El artista de la mano es bien conocido en Italia por buscar la polémica en todas sus obras. De él es la famosa escultura del Papa Juan Pablo en el suelo al caerle un meteorito, una de sus obras más reconocibles, y de él también fue la idea de colgar en una calle de Milán unas figuras de niños ahorcados en los árboles, obra que fue tremendamente criticada, para denunciar la falta de atención de la gente cuando va por la calle.

Aquí tenéis algunas de sus polémicas obras.