Según un estudio publicado recientemente por Layous Kristin y colegas de la Universidad de California, Riverside, niños de nueve a doce años de edad que realizan actos de bondad no sólo son más felices, sino también que encuentran una mayor aceptación en sus grupos de compañeros.
Los autores asignaron al azar a más de 400 estudiantes de entre 9 y 12 años a dos grupos: un grupo realizó “actos de bondad” y el otro grupo debió mantener un seguimiento de los lugares agradables que visitaban cada semana. Ejemplos de actos de bondad incluían ofrecer compartir el almuerzo o demostrar gratificación por los esfuerzos de una madre para con los niños, y los lugares visitados incluyeron un campo de béisbol, el centro comercial o la casa de los abuelos.
Se les pidió a los niños que informaran sobre sus niveles de felicidad después de 4 semanas de actividades, y los investigadores encontraron que los niños que realizaban actos de bondad eran más felices que los del otro grupo. Para evaluar la aceptación de sus pares, se les dio a los estudiantes una lista de compañeros de clase y se les pidió que marcaran aquellos con los que les gustaría trabajar en las actividades escolares. En este caso, los autores encontraron que al grupo que había realizado actos de bondad les fue mucho mejor.
Aunque ambos grupos de niños tenían una mayor sensación de bienestar a partir de las actividades, sólo el grupo que había realizado actos de bondad experimentó una mayor aceptación por parte de sus compañeros. Según los autores, la aceptación creciente entre iguales es un objetivo crítico en relación a una serie de importantes resultados académicos y sociales, incluyendo una menor probabilidad de ser intimidado.
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