Sinopsis Editorial:
Anne Capestan es una policía joven y apasionada. Ha sido una estrella, pero se encuentra alejada de su cargo tras haber disparado a un hombre durante una investigación cuyos detalles no han quedado claros. Cuando acude nuevamente a la sede de la Policía Judicial parisina para la decisión final sobre su carrera, su jefe le comunica que la ha puesto al frente de una brigada especial. Pronto sabrá quiénes componen esta brigada sin nombre, sin coche y sin armas: un borracho, una escritora escandalosa -y su perro-, un informático despistado y un gafe... Dos casos aparentemente anodinos y nunca resueltos les esperan: una mujer estrangulada en su sofá y un jubilado al que han disparado en el río.
Hacía tiempo que le había echado el ojo a esta novela pero no fue hasta que tuve la suerte de encontrarla de segunda mano que me animé a leerla y la verdad es que me ha gustado mucho.
Comparan a la autora con Fred Vargas, pero no puedo opinar demasiado en este sentido. De Fred Vargas solo he leído “El hombre de los círculos azules” y no me gustó nada, y sin embargo este sí. Me ha gustado la historia y sobre todo sus personajes, que me han hecho un pasar un rato muy entretenido y también divertido, algo que en una novela policial tampoco es que sea muy habitual.
En esta historia conoceremos a Anne Capestan, que tras unos meses suspendida vuelve a la policía con un encargo muy especial, formar una brigada de la que ella será comisaria. Sin embargo esto que no suena nada mal, es una especie de regalo envenenado porque tendrá a su cargo a policías que por unas circunstancias u otras nadie quiere en sus comisarias, a saber… una capitana escritora de novelas policíacas de éxito que viene con perro incluido (“Piloto”), un capitán alcohólico, un comandante recientemente viudo que viene de Asuntos Internos, un teniente gafe al que llaman “Malfario” y al que nadie se quiere arrimar, un brigadier loco del volante, una teniente ludópata… en fin… lo mejor de cada casa.
A los borrachos, los tarados, los depres, los vagos y otros cuantos, a todos los que son un estorbo para nuestros servicios, pero que no podemos echar, los vamos a juntar en una brigada para luego dejarla olvidada en un rincón. Y estará bajo su mando
Edición francesa
El caso es que nadie da un duro por esta brigada y los ponen a investigar casos sin resolver y entre todos los que les entregan, escogen los más jugosos, dos casos de asesinatos. Anne Capestan está dispuesta a demostrar que su brigada funciona y a ello se pondrán.La verdad es que la investigación no es que sea una cosa excesivamente complicada pero, eso sí, ha estado entretenida. A mí lo que más me ha gustado es este grupo de locos por los que nadie apuesta y que sin embargo a medida que pasan los días van viendo que pueden llegar a funcionar. No son los típicos policías cliché y por eso me ha resultado una novela fresca, amena y divertida. Me ha gustado Capestan, que no se amilana ante este nuevo proyecto y me han gustado los que han aceptado el reto de trabajar juntos porque además no les dan ningún tipo de facilidad y sin embargo se las ingenian con lo mejor que sabe hacer cada uno de ellos.
Desde luego me voy a animar a leer el segundo caso de la brigada “Aviso de muerte”, porque el estilo de su autora me ha gustado mucho. Ha sido una lectura ligera y divertida con personajes que al final me han resultado entrañables y siento curiosidad por saber más sobre las vidas de los integrantes de esta peculiar brigada, además espero que ese toque de humor siga presente en las entregas posteriores.
Por cierto, aunque las portadas no son para mí lo más importante, en este caso me gusta mucho más la de Alfaguara, que además ha elegido la imagen de una mujer que perfectamente podría ser Anne.