Revista Cultura y Ocio

La Broma (1967)

Publicado el 22 enero 2012 por Aranmb

¿Y qué pasaría si todo fuera una inmensa broma? Nuestras vidas, la historia, nuestro pasado y nuestro presente, lo que está por llegar y lo que no existe, lo imaginado. En cierto modo, para Kundera así es: una broma en medio de un mundo que ha perdido el sentido del humor. Y nos transmite este teoría de forma magistral en una novela que consigue, además, lo aparentemente imposible: ser liviana y fácil de leer pero, a la vez, meternos de lleno en la historia reciente de Checoslovaquia con infinidad de datos, nombres y fechas.

La Broma (1967)La Broma trata, fundamentalmente, de la historia de Ludvík, pero también de la de Lucie, Helena, Jaroslav y Kostka, y de la de Checoslovaquia. Nos situamos en Moravia, años 60. La región antaño ensalzada por el régimen soviético en la búsqueda de una identidad y un pasado glorioso, que en el momento en que se desarrolla este libro empieza ya a ser una fantasía de mayores, un pasado ya tan artificial que no interesa a nadie. Ludvík, el protagonista, procede de allí (como Kundera) y rechaza su tierra como rechaza al mundo, porque su vida no ha sido sino un cúmulo de rencor: expulsado por una fruslería del Partido Comunista en su juventud (también como Kundera), por lo que se convirtió en una persona a vigilar y controlar, no ha olvidado a pesar de los años transcurridos. Para Ludvík todo se ha convertido en una inmensa broma: el régimen político, cada día más débil y esperpéntico, en el que un día creyó y que ahora detesta; el folklore, que ha perdido toda su razón de ser en pos de la construcción de unas raíces nacionales tan perfectas en la fachada como inexactas en la realidad; el amor, que sólo sintió una vez, todo. Todo lo contrario que para Helena, un cúmulo de vitalidad que lucha por no ver desmoronarse su vida -su matrimonio, el Partido al que le ha dado la vida, su función en la sociedad- y Jaroslav, un apasionado folklorista que no llega a entender por qué los jóvenes no respetan ya su propio pasado. Todo lo contrario, en cierto modo, que para Lucie, aparentemente una figura anodina que sin embargo encierra una historia trágica detrás, una historia de sufrimiento afortunadamente superada, y que para Kostka, que no ha dejado de ser optimista a pesar de que la vida no le haya sonreído (perdió su trabajo, a pesar de estar afiliado al Partido, por ser un convencido creyente).

Las vidas de todos ellos se entrecruzan en La Broma para tejer una tragicomedia de amor, de revanchas y de traiciones, de secretos e historias apasionantes.

No soy precisamente objetiva cuando se trata de Kundera, pero para mí es uno de sus mejores libros. No sabría decir si está por debajo, por encima o a la altura de La insoportable levedad del ser pero, como ella, es una de las obras maestras del moravo. Un libro para disfrutar, especialmente si ya se conoce algo de la historia de Checoslovaquia y se ha leído antes El buen soldado Švejk. ¿Por qué, si no coinciden ni en tiempo ni en estilo? Por una razón muy sencilla: creo que, como buen checo, Kundera está permanentemente influido por Jaroslav Hašek y se nota cuando retrata, por ejemplo, la vida de Ludvík en el servicio militar, cuando narra lo absurdo del régimen soviético; no sé si de forma intencionada o no, pero Švejk está presente, el absurdo del Imperio que le llevó a las trincheras está presente, muchas partes de La Broma me recordaron a la obra de Hašek. A fin de cuentas, la vida y el tiempo de Švejk también fue una inmensa, inmensa broma.

Por cierto: existe una película que versiona la obra y que podéis encontrar aquí. Yo aún no la he visto.

Milan Kundera
La Broma (1967)

Título original: Žert
Lo compré en Cervantes por 7,95€ (un autorregalín de navidades)
Mi nota: 9/10


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