Esto no es una broma, esto es una putada! Al loro con la broma que gastan en una tienda de ropa. El pobre inocente al salir del probador sale con una mancha de carmín en el cuello, como si una mujer le hubiera dado un beso. La cara de su pareja es un poema… Genial!
ACTUALIZO
He encontrado otra broma más cabrona para hacer en un probador. La rata de peluche montada sobre un coche teledirigido. El resultado es genial también: