Embrujos contra todo
De Catherine Deshayes, nacida en Francia en 1640, poco o nada se sabe sobre sus orígenes. La historia la encuentra casada con un joyero llamado Antoine Monvoisin, con el que tuvo al menos una hija, Marie-Marguerite Monvoisin, quien tendría también un papel destacado en el asunto de los venenos. Parece ser que Catherine inició sus actividades como curandera tras la ruina de la joyería de su marido. Sostuvo la economía familiar con la lectura del futuro a partir de los rasgos faciales y de las manos. Pero la fama de Catherine se fue extendiendo a medida que sus sortilegios y embrujos parecían surtir el efecto deseado. Sus conocimientos de medicina y de hierbas y ungüentos la hicieron famosa hasta el punto de que un reguero de mujeres y hombres acudían diariamente en petición de ayuda. Sus métodos pronto derivaron en extrañas fórmulas que hacían desaparecer en incomprensibles circunstancias a aquellos que amargaban la vida de sus desesperadas clientas, porque ellas, las mujeres de la alta nobleza, se convirtieron en las más asiduas visitantes del extraño hogar de la Voisin. El asunto de los venenos Pero Catherine no era un caso aislado en la Francia del siglo XVII. Las misteriosas muertes por envenenamiento o intoxicación que se sucedían en París en aquellos tiempos hicieron sospechar a la policía de que aquello no podía ser obra de una sola persona ni fruto de la casualidad. El 8 de marzo de 1679, Luis XIV ordenaba la creación de una corte especial conocida como al Chambre Ardente y dirigida por el teniente Nicolas de La Reyne, que intentara dilucidar aquellos supuestos y extraños crímenes. Tras unas cuantas detenciones, le tocó el turno a La Voisin. En 1679, tras asistir a la misa del domingo, Catherine fue detenida. La Reyne sospechó de ella al encontrar en su casa de la rue Beauregard un pabellón con las paredes tapizadas de negro y un altar decorado con una cruz y velas negras1. La detención de Catherine, junto con Marie Bosse y Adam Coeuret, daría un giro a la investigación. Acusándose unos a otros, “confesaron haber hecho abortar a un número elevadísimo de mujeres, haber envenenado por encargo a diversas personas, haber practicado magia negra y haber organizado ritos satánicos y misas sacrílegas en el curso de las cuales se sacrificaba recién nacidos”. 2 Durante el proceso de Catherine, nombres cercados a la corte del rey provocaron aún más problemas a los investigadores. Uno de esos nombres era el de la favorita del rey, Madame de Montespan, quien, según La Voisin, había sido cómplice de sus actividades demoníacas en más de una ocasión. El final de Catherine estaba claro. Fue condenada a ser quedada viva. El 22 de febrero de 1680, el castigo se cumplió en la plaza de la Grève a manos de un verdugo que muchos afirmaron que había sido su propio amante 3. La muerte de la Voisin desató de repente la lengua de los demás acusados. Muchos de ellos volvieron a nombrar a la favorita real. Luis XIV intentó sin éxito quemar todas las pruebas inculpatorias contra su favorita. Cuando en 1682 se disolvía la Cámara Ardiente, habían sido encarceladas o ejecutadas todas aquellas personas que mencionaron en algún momento del proceso el nombre de Athenaïs de Montespan. Catherine Deshayes fue uno de los más de 300 nombres incluidos en el vergonzoso asunto de los venenos, aunque fue quizás el nombre más conocido, no en vano “quedó su legendario recuerdo como reina de las brujas” 4 ______ 1.Mujeres perversas de la historia, Susana Castellanos. Pág, 260 2.Amantes y reinas, Benedetta Craveri. Pág, 222 3.Mujeres perversas de la historia, Susana Castellanos. Pág, 264 4.Idem Si quieres leer sobre ella La Voisin, María O'Ferrall