La bucólica boda de Cris&Pedro. Parte I

Organizar, diseñar y coordinar bodas, es mi trabajo y se ha convertido en una de las partes más importantes de mi vida... Y aunque reconozco que, como en todos los trabajos hay momentos duros, muy duros... cosas que no salen a la primera, imprevistos, baches... Haciendo balance, definitivamente, no lo cambiaría por nada!
Cuando en tu trabajo tienes un gusanillo constante en el estómago, emoción desenfrenada cuando se acercan la fechas de tus (ya queridas) novias (y novios) y bloqueas los días previos en tu agenda para repasar una y otra vez que no falte nada, que no falle nada...y te cuesta delegar por miedo al error y quieres hacerlo tooodo tú, cual superwedding...Y calculas hasta las horas que tienes que descansar para darlo todo en su día, en el día que han confiado en tus manos, definitivamente, sólo falta añadir en tu DNI: Wedding Planner de remate!!
Y las Wedding Planner también nos casamos...
Y hoy os presento la primera parte de mi boda.
Cuando una WP se casa, coordinar tu propia boda no siempre es tan fácil... Estás condicionada por tu trabajo y las espectativas de tu familia/amigos son muuuy altas.Y si además estás dando soporte y prioridad a otras 18 novias más...Ya no te cuento!!
Pedro y yo, tuvimos la boda que quisimos; campestre, con un toque bucólico, íntima y personal.
Alquilamos una preciosa finca durante el fin de semana completo con capacidad de alojamiento para 24 personas en las faldas de Peñalara, en la Sierra madrileña. Nuestra idea era una boda natural con un entorno salvaje, no queríamos jardines hechos ni prefabricados. Buscábamos árboles, montañas, caballos, bosques poblados, praderas... y uno de los requisitos era alojar a parte de los invitados durante el fin de semana completo para poder hacer una cena el viernes y un brunch el domingo.
Y lo encontramos... Ese lugar mágico presenció nuestra maravillosa boda.
Y el 6 de Julio de 2013,lucía todo tal que así...