Revista Diario

La buena educación

Por Belen
A estas alturas, todo aquel que lea mi blog sabe que mi hijo es un terremoto, es travieso, trastillo, imparable, demandante, en una palabra es muy intenso. Pero esto no es sinónimo de "mal niño", todo lo contrario. Es un niño adorable, cariñoso, entregado, noble. Pero cuando se dice toda la verdad y nada más que la verdad, muchas personas se quedan solo con lo malo. Entonces se quedan con la idea de que mi hijo es gritón, malhumorado, maleducado, y muchos más adjetivos muy negativos.
Para muestra un botón. Os cuento lo sucedido en la tarde de hoy. Yo tenía cita con mi médico de cabecera por el dolor de espalda que os comenté, y claro, me he tenido que llevar al niño. Como suele tener demora nos hemos llevado unos cuentos para leer en la sala de espera. Ha esperado pacientemente, hemos leído nuestros cuentos e incluso puedo decir que ha pasado un rato divertido. Cuando hemos entrado, se ha sentado en la silla y no ha dicho ni mú. Hasta tal punto que mi doctora me ha dicho: -"Tu hijo es muy muy bueno, ¿no?. Y mi respuesta ha sido: -"Pues no, bueno lo que se dice bueno no es, es más bien terremoto, pero lo que sí es, es muy educado". Y es la verdad, puede tener muchos defectos pero su padre y yo le enseñamos a ser educado, cada día. Y parece que las enseñanzas dan su fruto.
Acto seguido me he tenido que ir a comprar. Mi marido anda de viaje, así que no puede darme relevo. Ya en la caja pagando, la cajera era de estas típicas sobonas y algo pesadas con los críos. No me entendáis mal, ha sido muy amable y muy maja con el niño, pero a mi hijo no le gusta que le soben extraños, que le aprieten los carrillos, en fin, esas cosas que todos recordamos de cuando éramos críos y que nos molestaban un montón. Yo temía una explosión de las suyas tipo: - "No me gusta que me toques, déjame". Que por otro lado es lo que yo diría si el pudor de adulto no me lo impidiera. Pero no, muy educado mi niño me ha mirado de reojillo con una mirada de resignación. Qué lástimita.
Así que como veis el perfil de niño demandante, terremoto, travieso, hiperactivo, no está reñido con el de un niño bueno, educado y al que poco a poco se le puede llevar a cualquier sitio.

Volver a la Portada de Logo Paperblog