Revista Medio Ambiente

La buena (y nueva) energía

Por Ne0bi0 @buenosviajeros

El sector de la energía eléctrica juega un papel esencial en el desempeño de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, la hoja de ruta para poder hacer frente a los principales desafíos a los que nos enfrentamos como humanidad. Concretamente, los objetivos número 7 y número 12 hacen referencia explícita a esa industria que tiene el poder de buscar soluciones innovadoras y eficaces con las que luchar contra el cambio climático y favorecer la transición hacia una sociedad más justa y sostenible.

En lo que conocemos como la "década de la acción", en la que ya estamos plenamente inmersos, empresas como Endesa han decidido tomar las riendas de esta transformación dentro del sector para garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna, y convertir los modos de consumo y producción actuales en unos más sostenibles. Con todo, se trata de buscar una alternativa a nuestro modelo económico lineal, que se basa en extraer, producir y tirar. Este sistema cortoplacista es, hoy en día, insostenible, ya que desperdicia gran parte del valor de los recursos que utiliza y perjudica al medio ambiente. De hecho, la Tierra ya está en números rojos: los científicos advierten que hacen falta tres planetas como el nuestro para abastecer el ritmo de consumo que llevamos actualmente. Y mientras más explotamos la naturaleza, más daño hacemos a la vida que hay en ella.

De ahí que Endesa haya apostado fuertemente por un modelo de economía circular. "El desafío del cambio climático nos obliga a evolucionar hacia una nueva economía más sostenible basada en un modelo eficiente, eléctrico y renovable, contemplando los principios de economía circular y desacoplando el crecimiento económico del consumo de recursos", asegura María Malaxechevarría, directora general de Sostenibilidad de Endesa. Y en este proceso de transición, la innovación es una pieza clave.

La economía circular se reafirma como impulso imprescindible para alcanzar la neutralidad climática

En esta línea, la compañía ha orientado todos sus esfuerzos en producir energía a partir de recursos sostenibles (es decir, renovables, reutilizables y reciclables), maximizar la vida útil de bienes y productos, y valorar los activos al final de su ciclo de vida. Todo ello con el objetivo de reducir en al menos un 40% con respecto a 1990 la emisión de gases de efecto invernadero, mejorar un 32,5% la eficiencia energética y tener, como mínimo, un 32% de cuota de energías renovables.

"Es muy importante el impulso de la economía circular para conseguir una sociedad descarbonizada ", explica Malaxechevarría, quien señala que, desde Endesa, buscan alcanzar la neutralidad de carbono a través de un mix energético que deje fuera de la ecuación a las centrales térmicas y se centre, cada vez más, en las energías renovables. "Esto conseguirá una reducción de emisiones a nivel global del 55%, pero para conseguir el resto es necesario ir hacia un modelo circular, incorporar todos los criterios de la economía circular en los diferentes eslabones de la cadena de valor", añade.

El plan de Endesa para implantar un sistema de economía circular integra toda la cadena de valor y no solo se basará en la descarbonización de las centrales de generación de electricidad, sino también de los aprovisionamientos. Además, se impulsará la 'smartización' de las redes de distribución, el contacto con proveedores y clientes, e incluso las sinergias con otros sectores industriales. En definitiva, todo un ecosistema de factores y actores que colaborarán entre sí para que funcione ese nuevo modelo eléctrico.


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