Quienes siguen este blog desde sus comienzos saben que el coleccionismo de originales es uno de nuestros vicios confesables. Comenzamos a comprar páginas de cómic y a escribir en esta bitácora casi al mismo tiempo. Mucho ha cambiado el panorama coleccionista desde aquel entonces. Se afirma en el mundillo, seguramente con razón, que el coleccionismo de páginas originales de cómics está viviendo su burbuja particular. Queremos apuntar algunas notas al respecto desde nuestra experiencia personal.
Cuando comenzamos a coleccionar originales teníamos claro que no íbamos a hacer grandes dispendios económicos. Ni contábamos con los posibles ni nos apetecía hipotecarnos. Hace quince años, si uno tenía paciencia y le dedicaba tiempo al asunto, podía conseguir páginas de autores clásicos a precios más que interesantes. El camino más fácil era seguir las subastas de Ebay de coleccionistas-vendedores y pujar insistentemente con pequeñas cantidades hasta que sonara la flauta. Con esa filosofía nos hicimos con un buen puñado de páginas, como contamos en aquella serie de posts que titulamos "Operación 700"; en la que, a lo largo de varios meses, jugamos a adivinar que podíamos conseguir con una inversión planificada de 700 eurillos (de los de aquel entonces) que teníamos ahorrados.
Muchos de aquellos "subastadores" que comenzaban en Ebay son ahora propietarios de algunas de las mejores galerías de originales del mercado. A Scott Eder (con su pseudónimo chesslov en ebay), por ejemplo, debemos muchas de las piezas de nuestra colección. Su actividad en la casa de subastas ha pasado a ser testimonial, y las piezas que expone en la actualidad en su galería web han dejado de ser tan accesibles como podían llegar a ser en una puja afortunada. Es el signo de los tiempos. El mercado estadounidense, por lo que respecta a proveedores y a las obras en sí, está bastante inflado.
Lo vemos en las frecuentes subastas de la casa de apuestas Heritage Auctions, una de las fuentes más fecundas de salida de originales al mercado. En sus subastas todavía se pueden obtener obras a precios aceptables, pero si sumamos el Buyer's Premium (la comisión), los gastos de manipulación y envío, y las tasas de aduana, la cosa deja de ser rentable. En una puja reciente nos hicimos con unas tiras estupendas del Moon Moolins, de Frank Williard (un autor clásico detrás del que llevábamos bastante tiempo) por poco más de 100 euros. Nos frotábamos las manos. Una vez cumplimentados todos los trámites de impuestos, tasas y gastos de envío, el precio inicial se doblo sobradamente.
Pero para constatar la burbuja de los oríginales de cómic, sólo hay que echarle un vistazo a las cifras que alcanzaron algunas obras en una puja posterior de la misma casa de subastas. Atención a los precios de venta de las siguientes páginas (algunas de ellas muy representativas, es cierto) de Frank Frazetta, Lee Elias, Jack Kirby o Frank Miller (tampoco se nos asusten con el precio alcanzado por el ejemplar de Action Comics #7); a su lado, las estupendas páginas de Herriman y Winsor McCay parecen baratas.Lo realmente paradójico es que cuando comenzamos con nuestra colección, era mucho más asequible hacerse con una pieza de un autor clásico del cómic estadounidense por un precio módico que con la de un dibujante español o europeo en general. Las tornas han cambiado. Por eso, si a alguno de ustedes les pica el gusanillo del coleccionismo o quieren darse un capricho, nuestra recomendación es que se acerquen a páginas locales como Todocolección o a webs españolas como Artcoholics (mucho material de los autores españoles en Marvel y DC), ECC Arte y Coleccionismo (algunos de los clásicos del cómic español) o Yojimbo Cómics (con obras de las grandes estrellas del cómic actual en nuestro país: Paco Roca, David Rubín, Cristina Durán...).
En el mercado europeo también se nota la burbuja en la mayoría de las galerías importantes, pero siguen existiendo tiendas online en las que aún pueden encontrarse obras interesantes a precios razonables: tres de nuestras favoritas son la canadiense The Beguiling (con lo más granado del cómic independiente) y las italianas Hollow Press (una cueva de tesoros del underground contemporáneo) y Tavoleoriginali.net (con un surtido muy interesante de cómics italianos, norteamericanos e hispanoamericanos). En todo caso, añadir una nueva pieza a tu colección es emocionante, pero el juego de rastrear y descubrir oportunidades también puede ser un estupendo entretenimiento.