Los sindicatos están arriba de una sartén: el laudo contra la paritaria de los obreros rurales, que baja once puntos el acuerdo salarial; la militarización de mil controladores aéreos y el pedido de retiro de personería a los técnicos aeronáuticos.
Para entender semejante ofensiva sobre los sindicatos, es necesario caracterizar el tarifazo de todos los servicios públicos, los impuestazos provinciales, los aumentos de tasas municipales y la incidencia de una eventual devaluación monetaria en 2012. Todo, claro, sobre la inflación ya instalada. El ataque a los sindicatos apunta a consagrar el éxito de semejante tarifazo.
La CGT eludió enteramente el tarifazo. Volvió sobre el vetado proyecto de distribución de ganancias, sobre los techos de los salarios familiares, sobre el impuesto a los salarios y sobre los 12 mil millones de aportes de las obras sociales que se quedó la caja K.
Después del tarifazo, no son muchos los que quieren reemplazar a Moyano al frente de la CGT. Incluso sumó el apoyo de Gerardo Martínez. Venegas, el duhaldista de Uatre, está negociando su vuelta al consejo directivo. Lescano declaró que no tiene demasiadas diferencias con Moyano, excepto su "estilo".
El que despunta en la conspiración antimoyanista es el secretario del Smata que asume ahora: Pignanelli arregló un adicional de fin de año de 6.500 pesos y rechazó abiertamente todo planteo por distribución de ganancias, en lo que suena a un arreglo con la gran patronal automotriz. Además, aceptó un techo del 20% para el año que viene si hay acuerdo general con empresarios y gobierno (Infobae, 5/12).
Cuando los sindicatos deberían estar hirviendo en el debate, reuniendo sus cuerpos de delegados, debatiendo en asambleas fabriles y sindicales el tarifazo, las distintas alas de la burocracia "saludan" el corte de los subsidios. Yasky está más paralizado todavía y los hombres de Binner (por lo tanto, los de la otra CTA) votaron el ajuste en Santa Fe y en la provincia de Buenos Aires.
No al tarifazo, paritarios electos en asamblea, indexación inmediata de los salarios; eliminación de todo tope al salario familiar y del impuesto al salario. Devolución incondicional de los 12 mil palos confiscados a las obras sociales, control obrero de sus fondos mediante comisiones electas en asamblea. Ningún despido, reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario.
No al tarifazo/impuestazo: apertura de libros de las privatizadas, nacionalización de los servicios públicos y recursos estratégicos, y plan de salida a la crisis elaborado por las organizaciones obreras.
Néstor Pitrola