Don Juan Carlos ha sufrido una caída al tropezar con un escalón durante una visita a la sede del Estado Mayor de la Defensa. El monarca, según ha informado la Casa Reala los medios de comunicación, se ha levantado por su propio pie. El soberano tropezón, que no le ha impedido presidir la reunión de la cúpula militar, ha ocasionado a Su Majestad leves contusiones en nariz y barbilla.
Los medios de comunicación han coincidido en afirmar que la real caída no ha tenido consecuencias y, aparentemente, así es. El monarca se ha levantado sin ayuda y ha presidido el acto castrense con total normalidad. No obstante, voy a permitirme la licencia de hacer ciertas cábalas sobre lo que subyace detrás de un accidente en teoría nimio.
Don Juan Carlos tiene 74 años y ha sufrido varias operaciones que han mermado su capacidad de movimiento. El accidente de hoy se produce cuando apenas ha tenido tiempo de recuperarse de la rotura de cadera que sufrió mientras cazaba elefantes en Botsuana. El percance precisó de intervención quirúrgica.
Por mucha sangre azul que tenga, don Juan Carlos no deja de ser un abuelo que ha pasado con creces la edad de jubilación que rige para el resto de la ciudadanía española. No resulta, pues, muy descabellado pensar que a él también le haya llegado su hora.
En los últimos meses, la Monarquía española se ha visto inmersa en diversos escándalos que han afectado a su reputación, entre ellos la propia cacería de elefantes y el supuesto y aireado romance del Rey con Corinna zu Sayn Wittgenstein, LA NOVIA DEL REY además de la imputación de su yerno Iñaki Urdangarín por supuestos delitos de corrupción y fraude. Aunque la opinión pública ha alabado el último gesto de la Casa Real de bajar los salarios del Rey y del Príncipe en la misma proporción que se han reducido los ingresos del resto de los funcionarios públicos, cada vez son más los españoles que piensan que la Monarquía es una institución costosa y sin sentido en el siglo XXI. Y abundan, también, quienes consideran que don Juan Carlos debería abdicar en favor de su hijo y heredero, el Príncipe de Asturias.
Durante su último año como presidente del Gobierno, Zapatero declaró que el debateMonarquía-República no estaba en la agenda política de su Gobierno. Tampoco lo está en la del Ejecutivo que preside Mariano Rajoy, preocupado por las embestidas de la crisis y la subida desmesurada de la prima de riesgo. Sin embargo, la propia existencia de la Monarquía si forma parte de las preocupaciones de muchos ciudadanos que sufren recortes y precariedad y no entienden que el erario público sufrague los gastos de una institución desfasada que goza de numerosos privilegios por el simple derecho que otorga la herencia.
Dejo el debate abierto y espero vuestros comentarios a esta pregunta. ¿Crees que debería cuestionarse la existencia de la Monarquía en España? Podéis hscerlos debajo de este post, pinchando en la pestaña “escribir un comentario”.